El diario americano The Washington Post ha descubierto que la farmacéutica Pfizer ocultó que uno de sus medicamentos podía ser eficaz contra el alzhéimer. Concretamente, Enbrel, que es el nombre del fármaco en cuestión, es un antiinflamatorio para la artritis reumatoide que podría llegar a reducir las probabilidades de sufrir alzhéimer en un 64%, según revela el Post. La clave de este descubrimiento fue una serie de reclamaciones de aseguradoras.
El descubrimiento de estas cualidades alternativas se produjo en el año 2015 y, posteriormente, la empresa entró en un período de debate sobre si investigar sobre esta línea o abandonarla. Se estimó que el ensayo necesario para este objetivo costaría en torno a 80 millones de dólares. Pfizer ha lanzado un comunicado en el que han confirmado la información, pero han explicado que si se decidió no investigar esta aplicación fue por «rigurosos estándares científicos».
Aunque el diario estadounidense afirma que Pfizer supo de este efecto en 2015, existe un estudio que ya adelanta esta posible propiedad antialzhéimer del etanercept, el principio activo de Enbrel. Publicado en 2008 en el Journal of Neuroinflammation, el trabajo demostró en un sólo paciente que una inyección del medicamento mejoraba el curso de la enfermedad y sus autores afirmaban que el hallazgo merecía «más investigación».
La farmacéutica aduce que no hay pruebas suficientes para confirmar este efecto en el alzhéimer porque Enbrel no actúa directamente sobre el cerebro. Sin embargo, los investigadores de Pfizer expresaron al comité de la empresa el pasado año 2018 que este medicamento podía prevenir, tratar y retardar la evolución de la enfermedad neurológica.
Enbrel se trata de un medicamento antiguo de la compañía, de hecho, la agencia reguladora de medicamentos en Estados Unidos, la FDA, aprobó su aplicación para la artritis reumatoide en 1998 y, posteriormente, para la psoriasis. Por esta razón, la patente, que otorga la exclusividad de comercializar con él a Pfizer, se encuentra próxima a expirar. Según escribe el Post, algunos investigadores sospechan que la farmacéutica no inició esta investigación porque los beneficios económicos habrían sido bajos debido a la competencia que, suponiblemente, habría tenido con las versiones genéricas.
The Washington Post ha contactado con científicos de algunos hospitales de Estados Unidos que han criticado la decisión de la empresa. Opinan que, a pesar de que los resultados del estudio hubiesen sido negativos, se trata de una información importante para la comunidad científica. Sin embargo, Pfizer anunciaba el cierre de su división de Neurología en el mes de enero del año 2018, lo que supuso el despido de 300 trabajadores. Se trata de la unidad que hubiese llevado a cabo esta investigación.