La dominicana enfrenta cargos de asesinato en primer grado e intento de asesinato por la muerte en mayo de 2020 de su hijo Alejandro
El juicio contra Patricia Ripley, la dominicana acusada por la muerte en 2020 de su hijo autista de nueve años, quien se ahogó en un estanque de Miami al que ella presuntamente lo empujó, comenzará el 24 de octubre próximo, según determinó este miércoles el juez.
Ripley, de 47 años, enfrenta cargos de asesinato en primer grado e intento de asesinato por la muerte en mayo de 2020 de su hijo Alejandro, que tenía autismo y era incapaz de hablar.
La mujer, que es madre de otro hijo, se enfrenta a una condena por asesinato en primer grado, lo cual implica que podría ser sentenciada a muerte.
En una breve audiencia hoy, el magistrado del caso fijó la fecha de inicio del juicio para el 24 de octubre, luego de que el abogado de Ripley y un fiscal dijeron que no habían llegado a un acuerdo de culpabilidad en el caso, informa el canal NBC6.
La muerte de Alejandro Ripley, al que los que lo conocieron definieron como «feliz» y «dulce», causó gran conmoción en Miami.
Especialmente después de que la Policía detuviera a su madre, solo unas pocas horas después de que, el 21 de mayo de 2020, hubiera denunciado que su hijo había sido secuestrado por dos afroamericanos que buscaban drogas.
La policía comprobó que la historia no era cierta y detuvo a la madre al día siguiente, cuando el cuerpo del niño fue hallado en un estanque cercano a un campo de golf, en el oeste de Miami.
Cuando fue confrontada por los policías admitió haber tenido que ver con la muerte del niño y dijo que «iba a estar en un mejor lugar», según informaron fuentes policiales.
Además, en otra vuelta de tuerca, el 23 de mayo se pudo saber por un vídeo de seguridad publicado en los medios que el mismo 21 de mayo Patricia había arrojado a Alejandro a un canal.
Unos vecinos rescataron al niño y se lo entregaron a ella pensando que había caído al agua accidentalmente, según declararon a distintos medios.
Ese mismo día, horas más tarde, fue cuando supuestamente lo arrojó de nuevo al agua, aunque esta vez «desafortunadamente no había nadie que lo salvara», como dijo entonces la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández-Rundle.
En junio de 2020, Ripley se declaró no culpable durante una audiencia por videoconferencia.
En aquella audiencia, la Fiscalía comunicó oficialmente al juez que su propósito es que sea condenada por asesinato en primer grado.
En julio de ese mismo año, el juez Charles Johnson consideró que la familia de Patricia Ripley tiene suficiente dinero para pagar su defensa y rechazó que pueda disponer de fondos públicos con ese fin.