- El diplomático estaba siendo investigado desde el 2015 por las autoridades de EEUU
“Con mis conexiones en el Gobierno, tengo la capacidad de mover hasta 600 kilogramos de cocaína por avión y hasta una tonelada en barco”, estas fueron las palabras del exconsul Jeremías Jiménez Cruz, cuando fue grabado admitiendo los hechos por los cuales fue condenado esta semana.
Jiménez Cruz, quien se hacía llamar medio hermano de un expresidente, fue condenado a 15 años de prisión por usar su cargo y contactos en el Gobierno dominicano para importar cocaína a Estados Unidos.
“El exconsul también se ha presentado a sí mismo como el medio hermano de un expresidente de dos mandatos de la República Dominicana”, resalta la acusación del Departamento de Justicia del Distrito Sur de Nueva York.
No obstante, la acusación no precisa el nombre del expresidente al que Jiménez Cruz se refería tras su apresamiento en el 2019.
Jiménez Cruz, admitió que fue líder de esta conspiración que involucró la importación de más de 50 kilogramos de cocaína, y que abusó de su posición de confianza pública para cometer el delito.
Sus cómplices:
Jessika Fuentes Sánchez, alias Blanquita, estaba en el radar de las autoridades desde septiembre de 2019, cuando Jiménez Cruz fue detenido, de hecho, la acusación oficial del Distrito Sur de Nueva York, se realizó en contra de los dos.
Según la acusación, Fuentes Sánchez, presuntamente, era el enlace de Jiménez para transportar la droga desde Colombia a Nueva York y viceversa.
La investigación en contra de Jeremías Jiménez Cruz y Jessika Fuentes Sánchez se inició alrededor de 2015, cuando este todavía estaba en su cargo de cónsul.
Cuando en 2019 presentaron cargos contra Jeremías Jiménez Cruz, Jessika Fuentes Sánchez y otras personas cuyos nombres no fueron revelados, se les acusó de esconder y disfrazar la naturaleza, ubicación, fuente, propiedad y control de propiedad de bienes adquiridos producto de actividades ilegales.
Además, a las personas se les señala por haber enviado aproximadamente 100 mil dólares entre Nueva York y Colombia, producto del narcotráfico.
Según el documento de la fiscalía Jiménez fue acusado de dos cargos:
1. Conspirar para importar al menos cinco kilogramos de cocaína a los Estados Unidos, lo que conlleva una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una sentencia de cadena perpetua máxima en prisión.
2. Conspirar para cometer lavado de dinero, lo que conlleva una pena máxima de 20 años de prisión.
Para la jueza Kimba M. Wood, que dictó la sentencia, tanto Jiménez Cruz como sus colaboradores «utilizaron su posición, conexiones y aviones para traficar grandes cantidades de cocaína«.
En el juicio, reconoció que fue «líder de una red que traficó más de 50 kilos de cocaína, y que abusó de su posición pública para perpetrar el delito», según el comunicado del tribunal.