Diego Valero: “Hay que sentarse a dialogar para recuperar el consenso en el tema de las pensiones”

  • Ante la reforma de la ley de Seguridad Social se impone la necesidad de recuperar el consenso que la hizo posible. Es la primera recomendación de este especialista

Diego Valero, además de padre de un joven dominicano, es actuario, economista especializado en temas de seguridad social. Ha asesorado durante los últimos 20 años a instituciones dominicanas públicas y privadas del sistema y acaba de presentar “Prosperidad y pensiones. Reflexiones y perspectivas tras 20 años de la reforma de pensiones en la República Dominicana”. 

—Entiendo que conoce el sistema y la ley dominicana desde que nació…

Sí, he asesorado de muchas formas. En su momento a la Superintendencia, a algunas AFP. Sobre todo a través del BID al gobierno anterior. Desde el BID propusimos más cosas pero no pudieron darse. A mí me gustaría que esto se arregle por el bien de los ciudadanos, porque es necesario. En 2003, vi mucha ilusión de la gente en barrios y campos, porque alguien les decía que les iban a dar pensión y esa ilusión se ha perdido. 

—Eso es parte del problema. La gente creyó que tendría una pensión hasta que muriera. 

No, no la tendrá y explicamos todos los problemas en el libro. Hacemos un análisis riguroso. Nosotros decimos cuáles son los números. Cuando oigo proyectos como el de la Coalición de la Seguridad Social Digna que dicen que hay que dar a todos el 100 % de su salario como pensión… Yo me apunto, pero ¿cuánto cuesta eso? En promedio supone un aumento de impuestos del 40 %. Si dicen eso, expliquen cómo.

—¿Qué supuso la devolución del 30 % en Chile ?

A su Banco Central le ha costado sangre, sudor y lágrimas mantener el peso chileno con el dólar por esa salida de capitales y frenar la inflación. Han sido cuatro retiros que han esquilmado el ahorro, que ha bajado de quizás un 60 % del PIB al 30 %. Hay un análisis que no se ha hecho aquí, el ahorro que se genera a largo plazo. Ese ahorro en este país en estos 20 años, ha sido el canal, al menos del 20 % del crecimiento del PIB y ha sacado a 400,000 personas de la pobreza. 

—¿Y qué pasó en Perú?

Perú hizo lo mismo y fue un desastre. En Chile fue sobre todo un tema político. Especialmente porque los propios diputados de Piñera votaron en su contra. Fueron a darle donde le duele. El tema de Perú es más sangrante; ya casi nadie tiene ahorros en el sistema de pensiones. Empezaron antes de pandemia. A un diputado (que sería el Botello peruano) se le ocurrió decir que el dinero acumulado, cuando una persona se jubile, en lugar de darle una pensión puede llevárselo todo de golpe. Pues los que se llevaron ese dinero, piden al Estado pensión porque ya lo gastaron. 

—El sistema actual no incluye a todos.

Pero es que la seguridad social está incompleta. Hay que empezar a crear pensiones universales. Se decidió que la parte contributiva en lugar de ser de reparto fuera de ahorro y eso es bueno. Luego la parte de pensiones universales, más en un país donde el 60 % del país trabaja en el sector informal y no tendría pensión. Ese 60 % debe recibir una pensión y eso se paga por impuestos. Ese es el gran problema por el cual no se ha dado el paso. Que no haya pensiones mínimas no es culpa de las AFP.

—¿Es necesario reformar la ley o desarrollar todo lo que no se ha hecho?

En 2001 cuando se elabora la ley, se hace con buen criterio. Tenía un sistema de protección al desempleo que no se ha desarrollado. El gran problema de esa ley, es que siendo una buena ley, pero no se ha aplicado en su totalidad. Ha habido una focalización absoluta de que la seguridad social son las AFP pero eso no es verdad. Estas son un instrumento. Luego podemos hablar hasta qué punto lo hacen bien, mal o regular. «“Ha habido una focalización absoluta de que la seguridad social son las AFP pero eso no es verdad. Estas son un instrumento” «

—Una pregunta frecuente: ¿por qué es obligatorio afiliarse a una AFP, una empresa privada de la que no puedo retirar mi ahorro? 

Porque si no es obligatorio, nadie ahorra y entonces todas las pensiones serían mínimas universales y saldrían de los impuestos. Los esquemas de pensiones en el mundo, tienen tres tramos. Uno: las pensiones mínimas para toda la población que son para los grupos de bajos recursos. Dos, la que cotizas pero lo que haces no es tuyo, sino que generas derechos futuros. Se separa ese dinero y se invierte y luego se te devuelve cuando te retiras. El tercer nivel que es en el que ahorras por decisión. En ese sistema contributivo del que se habla, si no se obliga a hacer, nadie lo hace. 

Además en un sistema que lleva fraude como elusión y evasión y los salarios son bajos… Pero plantear aquí que para llegar a tener una pensión del 60% o 70% hay que duplicar el aporte. Pero al que dice eso lo fusilan.

—¿Qué negociación puede haber aquí? 

Yo creo que en primer lugar el código de trabajo y en concreto el tema del artículo 80 de la cesantía como tal, es un tema crítico. Para el empresariado es fundamental. Es necesaria e imprescindible una protección al desempleo. Hasta donde sé, el Conep y los empresarios no aceptarán nada si no les quitan la cesantía porque para ellos es un costo adicional. Si hubiésemos tenido un sistema de protección al desempleo, lo del 30 % no hubiese tenido sentido. El código del trabajo es fundamental. En las prioridades del Gobierno, esto está antes que la reforma de la seguridad social. 

—¿Qué pueden ceder las AFP?

Yo creo que deben en primer lugar, comunicar. Y comunicar bien. Ya lo están haciendo. Luego tienen que impulsar cuestiones de educación a la población. Hay que hacerlo y desde la escuela para que los muchachos aprendan no solo de pensiones sino de todo. Si tienen una mínima educación financiera por lo menos sabrán las consecuencias. Luego las AFP tienen que diversificar las inversiones, porque el ahorro tiene la capacidad brutal de desarrollar la economía.

—Hoy las inversiones van mayoritariamente a instituciones públicas

Tampoco digamos que es malísimo. Aquí los fondos de pensiones han financiado las necesidades del Gobierno y del Banco Central. Hasta la crisis bancaria, las AFP no podían invertir en bonos del Banco Central. Ese ahorro ha financiado necesidades del país. Creo que debe irse reduciendo y diversificarse, creo que este país es muy bueno para generar energías renovables. 

—A corto  plazo ¿qué hacemos ? 

Yo creo que lo que convendría es tratar de dialogar. La reforma del 2001 fue posible por el consenso. Esto implica una posición activa de las autoridades en el sentido de que no pueden dejar que la gente crea que el sistema de seguridad social es un robo. Si la gente sigue creyendo eso, no podrán hacer nada. No puede ser que Botello diga que esto del dólar es un robo y que nadie se ha llevado nada.El sistema y el Estado

Grupos económicos controlan el sistema: el banco, la AFP, la aseguradora. Además de los negocios colaterales… ¿Es bueno para el sistema? Esa es la estructura económica del país, pero me parece que hay un elemento adicional importante: un sistema de seguridad social es una cuestión institucional. La Constitución establece que todos los ciudadanos tienen derecho a la seguridad social y el Estado en su momento decidió hacerlo en dos partes, salud y pensiones. El Estado debe intervenir más. Las AFP deben preguntarse qué han hecho mal, porque al final, yo creo que su trabajo de administración de fondos, no lo han hecho mal. Anda por una rentabilidad mínima del 10 % y en América Latina, es la mejor en los últimos 10 años y de las mejores en los últimos 20. Ese trabajo de administración puro no lo han hecho nada mal.

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