Ramírez y Franco, la dupla banileja que puede representar el presente y futuro

Llegaron por alfombras distintas, pero tienen muchos puntos en común

Nacieron en el hospital de Baní, son temibles ambidextros, juegan al lado izquierdo del infield, pueden robar bases, pertenecen a equipos de mercados pequeños, apenas una pulgada y una libra los diferencia y, si bien no llegan a los 30 años, tienen garantizado cobrar, cada uno, más de US$160 millones. Uno llegó en alfombra roja y el otro fue firmado por casualidad.

Entre José Ramírez (5’9, 190 libras) y Wander Franco (5’10, 189 libras) hay muchas cosas en común, aunque el primero sea ocho años y medio mayor y su talento no lo haya desarrollado tan temprano como el primero, quien al cumplir los 12 sus padres recibieron US$30 mil del entrenador (el equivalente a lo que quedó al primero del bono) como adelanto para negociar su firma a futuro.

Los scouts veían en Franco a un bateador tan fino como Robinson Canó, pero que lo podía hacer a ambas manos. Una vez se acercaba a las Grandes Ligas la comparación era con Ramírez, aunque sin el poder de este último, que ya ha coqueteado con los 40 vuelacercas y construye un currículo de candidatura a Hall of Fame.

Donde también coincide esta pareja de infielder es en un arranque donde parece que las fortunas rubricadas en la temporada muerta no hizo más que comprometerlos a justificar el mínimo dólar que recibirán.

Ramírez, de 28 años, ha comenzado el curso destrozando el pitcheo con un aporte ofensivo de un 198% por encima de la media de la liga (OPS+ de 298). Tras jugar nueve partidos y consumir 35 turnos (con 16 hits) su línea ofensiva es de .457/.500/.866 y un OPS de 1.386 adornado con tres jonrones, cuatro dobles y 15 carreras remolcadas, líder de todo el béisbol.

Franco, de 21 años, figura entre los que más ha conectado por terreno de nadie con 16 imparables en 42 turnos, entre ellos cinco dobletes y un triple, con una línea de .381/.386/.548, su OPS queda en .934 y acumula cinco remolques.

Por Ramírez, Cleveland dio un bono de US$50,000 cuando el escucha Ramón Peña lo descubrió en un try-out en 2009, año donde la gran apuesta del club fue el torpedero petromacorisano José Osoria (US$575,000), quien eventualmente se descubrió que era cuatro años mayor y su nombre original era Wally Bryan. Murió a causa de fuertes fiebres ocasionadas por el dengue en 2012.

Alias La Para llegó al Big Show en 2015, en 2017 selló una extensión por cinco años y US$24 millones, que acaba de actualizar este mes y prolongarla hasta 2028 por US$141 MM adicionales tras un lustro donde quedó entre los tres primeros al MVP en tres ocasiones y fue convocado tres veces al Juego de Estrellas.

Franco ya a los 10 años dejaba boquiabierto a los entrenadores, dejó la escuela en sexto grado para dedicarse solo a béisbol y en 2017 firmó por US$3,8 millones. Fue dos veces el prospectos del año en todo el béisbol y su aterrizaje la campaña pasada cumplió las expectativas. En noviembre, los Rays acordaron con él un pacto por 11 años y US$182 millones, con opciones que extenderlo a US$223 MM con un año adicional.

Es sobrino de los ex jugadores Erick y Willy Aybar.

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