Las claves de los intentos por retirar a Trump de las boletas en 2024


La campaña para que el expresidente Donald Trump sea eliminado de la boleta electoral debido a sus intentos de permanecer en el poder después de las elecciones de 2020 ha cobrado impulso con los fallos en dos estados, Maine y Colorado, que le impiden aparecer en las papeletas para las elecciones primarias.

Hay impugnaciones aún en curso en muchos otros estados, basadas en una cláusula poco conocida de una enmienda constitucional promulgada después de la Guerra Civil que inhabilita a funcionarios del gobierno que “participaron en insurrección o rebelión” de ocupar cargos públicos.

A lo largo de los años, los tribunales y el Congreso han hecho poco para aclarar cómo se debe aplicar ese criterio, lo que aumenta la urgencia de los llamados a que la Corte Suprema de EE. UU. intervenga en la disputa, políticamente explosiva, antes de las próximas elecciones.

Esto es lo que hay que saber sobre las impugnaciones.

La secretaria de Estado de Maine dijo el jueves que Trump no calificaba para aparecer en la boleta primaria republicana en ese territorio debido a su papel en el ataque del 6 de enero al Capitolio de EE. UU. Ella dio la razón a un grupo de ciudadanos que afirmaban que Trump había incitado una insurrección y, por lo tanto, estaba impedido de candidatearse nuevamente a la presidencia conforme a la sección 3 de la 14ª enmienda de la Constitución.

En un fallo emitido por escrito, la secretaria de Estado, la demócrata Shenna Bellows, dijo que aunque nadie en su posición había prohibido la presencia de un candidato en la boleta electoral con fundamento en la sección 3 de la enmienda, “ningún candidato presidencial ha participado antes en una insurrección”.

Horas después, la secretaria de Estado de California anunció que Trump permanecería en la boleta electoral en la entidad más poblada del país, donde los funcionarios electorales tienen un poder limitado para eliminar a los candidatos.

En Colorado, la Corte Suprema del estado decidió el 19 de diciembre en un fallo 4-3 que al expresidente no se le debe permitir aparecer en la boleta para las primarias allí porque participó en una insurrección. La sentencia no abordó las elecciones generales.

Los jueces en Colorado dijeron que si su fallo fuera apelado ante la Corte Suprema de EE. UU., entonces a Trump se le permitiría permanecer en la boleta electoral hasta que el tribunal superior decidiera el asunto. La secretaria de Estado de Colorado ha dicho que la orden seguirá vigente el 5 de enero, cuando el estado tenga que certificar las boletas electorales.

El miércoles, el Partido Republicano de Colorado dijo que había pedido a la Corte Suprema que escuchara una apelación a la decisión de Colorado.

En Míchigan y Minnesota, los tribunales han dictaminado que los funcionarios electorales no pueden impedir al Partido Republicano incluir a Trump en sus boletas para las elecciones primarias. Pero ambos fallos dejaron abierta la puerta a nuevas impugnaciones que le impidan aparecer en la boleta electoral para las elecciones generales.

Se presentaron demandas para sacar a Trump de la boleta electoral en unos 30 estados, pero muchas fueron desestimadas. Hasta el viernes, había demandas activas en al menos 18 estados.

Esos estados son: Alaska, Arizona, California, Colorado, Florida, Luisiana, Nevada, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Oregón, Carolina del Sur, Texas, Vermont, Virginia, Virginia Occidental y Wisconsin.

Esta lista de estados incluye algunos casos en los que un juez desestimó una demanda pero el fallo ha sido apelado. En Colorado, el tribunal superior del estado decidió el asunto, pero se le pidió a la Corte Suprema de Estados Unidos que atienda una apelación. Los medios de comunicación locales también han informado que se ha presentado una demanda en el que sería el estado 19, Wyoming.

También se han planteado solicitudes para eliminar a Trump de la boleta directamente a funcionarios electorales estatales.

Los esfuerzos de descalificación se fundamentan en la 14ª enmienda de la Constitución, que fue adoptada en 1868 y tiene una sección que descalifica de ocupar cargos públicos a los exfuncionarios de gobierno que han traicionado sus juramentos al participar en actos de “insurrección o rebelión”. La disposición, incluida en la sección 3, tenía la intención de prohibir que funcionarios confederados pudieran trabajar para el gobierno de EE. UU.

La disposición específicamente dice que cualquier persona que haya fungido como “funcionario de Estados Unidos”, juró apoyar la Constitución y, si luego “participó en insurrección o rebelión”, no podrá ocupar ningún cargo gubernamental. Incluye una disposición en la que el Congreso puede dispensar la prohibición con un voto de dos tercios en la Cámara y el Senado.

Al aumentar las impugnaciones legales, se prevé que la Corte Suprema de EE. UU. aborde el tema, y los expertos dicen que el alcance del fallo determinaría si las impugnaciones se manejan rápidamente o se prolongan durante meses.

Ashraf Ahmed, profesor de la Escuela de Derecho de Columbia que estudia la ley electoral, dijo que si la Corte Suprema llega a examinar el caso, podría evitar profundizar en los asuntos más importantes, como definir la sección 3. En cambio, dijo, los jueces podrían emitir un fallo en gran medida en función de las cuestiones procesales.

Se espera una decisión pronto en Oregón, donde el mismo grupo que presentó la demanda en Míchigan, Free Speech for People, busca que la Corte Suprema del estado elimine a Trump de la boleta para las elecciones primarias allí. En ese caso, la secretaria de Estado ha pedido a la corte que acelere su consideración del caso porque debe dar los toques finales a la boleta para las primarias antes del 21 de marzo.

John Bonifaz, presidente de Free Speech for People, dijo que el grupo planea presentar nuevas impugnaciones en otros estados próximamente, aunque no quiso decir en cuáles.

Nicholas Bogel-Burroughs es reportero de noticias nacionales en Estados Unidos y se enfoca en la justicia penal. Es de Nueva York. Más de Nicholas Bogel-Burroughs.

Mitch Smith es corresponsal nacional del Times con sede en Chicago, y cubre el Medio Oeste y las Grandes Llanuras. Más de Mitch Smith


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