Tomar influencias, basarse o inspirarse en otras obras, o directamente, plagiar, es algo tan antiguo como la misma humanidad. Y nunca ha terminado bien para el que ha hecho esto último, porque siempre hay algo que perder: como mínimo, el prestigio. Quien no haya estado encerrado en una cueva durante la última semana habrá oído hablar de un juego, Palworld, que está en boca de todos, por varios asuntos. El primero, el más que probable plagio del diseño de algunos Pokémon en sus Pals (que es como se llaman las criaturitas del juego), y que hasta que un juez no diga lo contrario se queda en eso, en “más que probable”. Pero Palworld no molesta por esto, ¿o acaso vistéis rabiando a los fans de The Last of Us cuando apareció el infame The Last Hope?
Hay una diferencia con aquel que no es baladí: 8 millones de copias vendidas en menos de una semana y un pico de más de 2 millones de jugadores en Steam, segundo tope histórico de la plataforma solo por debajo de los más de 3 de PUBG, una cifra que hasta ahora parecía inalcanzable, pero… ¿quién apostaría en contra hoy por hoy? Con estas credenciales, obviamente Palworld es el juego del momento, para bien y para mal. Para mal especialmente, como no podía ser de otro modo, entre algunos fans de la saga que de manera evidente lo influencia.
No sabemos si dentro de dos meses seguiremos hablando de Palworld. Quizá quede relegado al ostracismo como antes hicieron otros muchos juegos virales del género, como Sons of the Forest, Valheim o V-Rising, aunque bien es cierto que ninguno de ellos llegó a las cifras de nuestro protagonista. Quizá volvamos a hablar de él para continuar haciéndolo de un nuevo hito, o tal vez para hablar de una sentencia en su contra (o a favor) que da la razón (o se la quita) a The Pokémon Company en la denuncia que se avecina, y que no faltaría más, tiene todo el derecho a llevar a cabo. Lo que es seguro es que esto no va a afectar al prestigio de Pokémon, ni a las ventas de su próxima entrega, que una vez más, independientemente de su calidad, serán bastantes más que los 8 millones que lleva Palworld hasta este momento.
No voy a hablar de hasta qué punto plagia (o se inspira) Palworld no solo a Pokémon, sino a otros juegos, porque eso no es lo importante. Ni siquiera es importante si es bueno o malo. Lo que ha pasado es que una vez más tenemos un grupo de internautas que se ha erigido como juez, jurado y verdugo, y que creen, no sin ciertos aires de superioridad, que pueden decir al resto en qué se tienen que gastar el dinero y con qué se tienen que divertir. ¿Estás jugando y disfrutando Palworld? Eres un jugador de segunda y estás dañando la industria, según ellos.
Sí, un nuevo caso de fans que defiende a su franquicia o compañía favorita con tanta vehemencia como a su madre. Tal vez más. Hablo de Pokémon, obviamente, y sinceramente, entiendo que quieran a Pokémon, pero la quieren mal. Cuando tú quieres a alguien quieres que esa persona dé el máximo de sí mismo, y eso solo se consigue siendo crítico y exigente, no dando palmaditas en la espalda cada vez que comete un error, porque así lo único que consigues es un niño malcriado. Si estos fans fueran la mitad de críticos con Game Freak como lo están siendo con Palworld, probablemente estaríamos hablando de otra cosa.
Porque Palworld no tiene la culpa de que en 2024 Game Freak no haya podido hacer un mundo abierto digno del siglo XXI, ni de que no hayan podido (o querido) coger el punto a un hardware que va a hacer 7 años. Tampoco del 72 (3,4 de los usuarios) en Metacritic de Pokémon Escarlata y Púrpura, así como de los errores técnicos en su lanzamiento. Siendo crítico con todos estos temas es como se consigue una compañía que se siente exigida cada vez que lanza una nueva entrega, y que siente que si comete un error, se hará saber, pero no: lo que tenemos es un estudio completamente acomodado por esa ausencia de exigencia.
Es posible que la gente de Pocketpair sea una banda de trileros, y si es así, como decía al principio, el tiempo los pondrá en su lugar. O un juez. Pero nadie es quien para juzgar el trabajo, poco o mucho, de otros, y lo que es más importante: que nadie te diga lo que tienes o no tienes que jugar. Si estás disfrutando de Palworld, continúa haciéndolo, porque no sabemos lo que durará.
