El Paso.- Más de mil bomberos en Nuevo México aprovecharon una mejora en el clima el jueves para controlar, por ahora, un par de incendios forestales que mataron a dos personas, destruyeron cientos de hogares y obligaron a miles a huir.
El presidente Joe Biden emitió una declaración de desastre para partes del sur de Nuevo México, liberando fondos y más recursos mientras las cuadrillas trabajaban para evitar que las llamas se propagaran. Sus esfuerzos se vieron impulsados por un sistema de tormentas que trajo consigo lluvias, granizo y temperaturas más frías en el pueblo montañoso de Ruidoso y otras partes del estado.
“El incendio ha perdido impulso”, dijo a los residentes Arthur Gonzales, analista de comportamiento del fuego del equipo de ataque federal, en una reunión comunitaria en Alamogordo el jueves por la noche. «Todavía tenemos mucho trabajo por hacer, pero realmente ha cambiado el comportamiento de los incendios», dijo, señalando que se espera muy poco crecimiento en los próximos días.
Pero los bomberos saben que es un breve respiro dadas las condiciones secas del yesquero que ayudaron a alimentar los incendios en primer lugar. En cuestión de días, los incendios han consumido un área de la mitad del tamaño de Washington, D.C.
“En lo que realmente nos estamos enfocando ahora en este momento es ¿cuándo podríamos ver este regreso a la propagación activa del fuego?”, dijo González. “¿Existe la posibilidad de que esto comience a acelerarse y avanzar nuevamente?”
Los funcionarios federales y locales dijeron que las órdenes de evacuación probablemente permanecerían vigentes durante días en algunos lugares mientras los equipos eliminan los puntos calientes alrededor de Ruidoso y los agentes de la ley patrullan las calles para mantener alejados a posibles saqueadores.
A pesar de algunos informes de que los incendios fueron “causados por humanos”, el comandante federal de incidentes Dave Gessar dijo que las causas están bajo investigación y permanecen “indeterminadas”.
