Emmanuel Macron dijo una vez que sus pensamientos son «demasiado complejos» para los periodistas. Sin embargo, su decisión de convocar elecciones anticipadas -tres años antes de lo necesario y con su partido en una posición débil- desconcertó a los politólogos más agudos, tomó desprevenidos incluso a sus aliados más cercanos y ha dejado confundidos a muchos votantes franceses.
Intentemos desentrañar algunas de sus complejas ideas.
Una teoría sobre por qué Macron convocó elecciones ahora es que Francia pronto podría haberse visto obligada a acudir a las urnas de todos modos.
Cuando Macron fue reelegido presidente en 2022, su partido no consiguió una mayoría absoluta en el Parlamento. Para aprobar proyectos de ley controvertidos, como su reforma de las pensiones, Macron ha tenido que eludir cada vez más al Parlamento y recurrir al decreto presidencial, en virtud del artículo 49.3 de la Constitución francesa. Esto ha indignado a los partidos de la oposición y a gran parte de la opinión pública.
Cada vez que Macron invoca el artículo 49.3, el Parlamento puede presentar una moción de censura contra su Gobierno. Con más proyectos de ley de gasto programados para finales de este año, es posible que el gobierno de Macron no haya sobrevivido a muchos más de estos. Tal vez haya considerado que es mejor saltar que ser empujado.
Otra teoría es que Macron está apostando a que puede derrotar a los partidos extremistas exponiéndolos al gobierno. Macron teme desde hace tiempo entregar tanto el Elíseo como el Parlamento a la extrema derecha en 2027, cuando termine su mandato. Algunos sostienen que Macron esperaba que, dando a los RN tiempo en el gobierno antes, tendrían tiempo para demostrar que decepcionan a los votantes.
Que esa apuesta salga bien es otra cuestión. Jordan Bardella ha dicho que se negará a gobernar en minoría, lo que significa que Francia podría quedar en punto muerto en un lío creado por Macron.
