Cambio histórico en Telegram. Este lunes, la controvertida aplicación de mensajería instantánea anunció una modificación de su política de privacidad que le permitirá ceder a las autoridades datos personales de los usuarios investigados por posibles delitos siempre que haya una orden legal válida.
«No dejaremos que los malos actores pongan en peligro la integridad de nuestra plataforma para casi mil millones de usuarios», explicó el fundador y director ejecutivo de Telegram, Pável Dúrov, en un mensaje publicado en su canal.
Este giro se produce casi un mes después que, a mediados de agosto, Francia detuviese al multimillonario franco-ruso de 39 años al considerar que la falta de moderación en Telegram y la falta de cooperación con las autoridades le convertían en cómplice de delitos que se perpetran en la app como el terrorismo, el tráfico de drogas, la pedofilia o el fraude. Dúrov quedó en libertad bajo fianza de cinco millones de euros, pero tiene prohibido abandonar el territorio francés. Durante el transcurso de su investigación deberá comparecer ante la policía hasta dos veces por semana.
Cooperación con las autoridades
La acción sin precedentes de la justicia francesa ha obligado a Dúrov a rectificar. «Si Telegram recibe una orden válida de las autoridades judiciales pertinentes que confirme que eres sospechoso en un caso relacionado con actividades criminales que violen los Términos de Servicio de Telegram, realizaremos un análisis legal de la solicitud y podremos revelar tu dirección IP y número de teléfono a las autoridades pertinentes», reza su nueva normativa.
El director ejecutivo de Telegram también explicó ayer que la plataforma ya ha eliminado «contenidos problemáticos». La función de búsqueda de su app, confesó, «ha sido utilizada indebidamente por personas que violaban nuestros términos de servicio para vender productos ilegales». Como ha confirmado el diario francés Le Monde, las búsquedas que hace 15 días permitían acceder a armas, drogas u objetos robados ya no ofrecen ningún resultado.
Aunque en un principio denunció su detención, Dúrov parece haberse plegado a las exigencias de París. «Este año nos comprometemos a que la moderación en Telegram pase de ser un área de crítica a una de alabanza», dijo el pasado 6 de septiembre, cuando anunció cambios para destacar a aquellos usuarios que tienen «negocios legítimos» en lugar de a «bots y estafadores».
Para el investigador tecnológico John Scott-Railton, la detención de Dúrov ha hecho que el gran público entienda que Telegram «siempre ha tenido acceso al contenido de los usuarios» y que la mayoría de sus servicios nunca han estado encriptados de extremo a extremo, garantizando su privacidad. Sin embargo, muchos disidentes alrededor del mundo siguen utilizando esta aplicación. Para ellos, la nueva política de cooperación con las autoridades es una señal de «temor y preocupación».
