El Comité de Competición de la RFEF ha decretado el cierre parcial de la grada baja del fondo sur del Metropolitano durante tres partidos después de los incidentes que se registraron en el derbi madrileño, donde se lanzaron mecheros y varios objetos contra Courtois, pero que no impactaron en el portero del Real Madrid. Un episodio que obligó a la suspensión del encuentro durante quince minutos por parte del colegiado Busquets Ferrer, quien recogió varios de los utensilios arrojados -permitidos en un recinto- de fútbol- para recogerlos en el acta arbitral.
La redacción de la misma ha sido clave en la decisión tomada finalmente por Competición. Además, el órgano ha establecido una sanción de 45.000 euros, una cantidad inferior al daño económico que le habría causado al Atlético tener cerrado al completo su estadio durante tres encuentros.
«El Atlético no adoptó las medidas suficientes»
«Los referidos hechos han quedado debidamente acreditados, sin que por parte del club anfitrión hayan sido objeto de controversia. En este sentido, nos encontramos ante unos incidentes de especial gravedad y repercusión en el desarrollo del encuentro, que tuvo que ser suspendido ante el lanzamiento de objetos, de conformidad con lo dispuesto en los protocolos de seguridad previstos para este tipo de incidentes», se expone en la resolución federativa. «Aun cuando se tratase de objetos de pequeño tamaño, no cabe duda de que son susceptibles de causar algún tipo de lesión teniendo en cuenta la distancia desde la que algunos objetos fueron lanzados, pudiendo haber impactado en la cabeza o en la cara del guardameta del equipo contrario al que iban dirigidos«, se explica en la decisión tomada.
Ante la «gravedad y persistencia de los hechos», que se repiten en dos ocasiones, el partido tuvo que ser suspendido, «con la trascendencia que ello conlleva en el desarrollo del juego y en la repercusión de la pésima imagen que se derivan de este tipo de incidentes». Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, Competición aclara que «aunque se trate de la acción de una parte nada representativa de los aficionados del club, por parte del Atlético no se adoptaron las medidas suficientes para prevenir unos incidentes tan graves en la propia acción multitudinaria y, en su resultado, o, cuando menos, las medidas que se adoptaron no fueron las idóneas para un partido de especial rivalidad».
Tres mecheros y una botella de agua
Los antecedentes del hecho sancionado son los siguientes y están recogidos, tanto en el acta arbitral de Busquets Ferrer, colegiado del derbi madrileño, como en la denuncia presentada por LaLiga y trasladada a Competición: «En el minuto 65:20 de partido, un grupo de aficionados locales ubicados en la Grada Baja de Fondo Sur, sectores 127 al 133, detrás de la portería del mismo fondo, entonaron de forma coral y coordinada durante aproximadamente 20 segundos, el cántico: ‘¡Courtois, muérete!'». Uno de los individuos que lanzó objetos fue identificado por parte el Atlético al día siguiente.
«En el minuto 64 desde el fondo sur bajo se lanzaron varios objetos sobre la zona donde se encontraba el portero visitante (Thibaut Courtois), sin que ninguno de ellos llegara a impactarle. Entre estos se pudieron identificar tres mecheros y una botella de agua. Ante este hecho, se activa el protocolo de lanzamiento de objetos requiriendo al delegado de campo para que se proceda a comunicar por los altavoces del estadio el mensaje a fin de que cesen dichos lanzamientos», recogió en el acta.
«Finalmente, en el minuto 67 y ante la continua repetición de lanzamiento de objetos desde la misma zona, se procede a suspender temporalmente el partido, ordenando la retirada de equipos a vestuarios», agregó Busquets Ferrer quien refleja que «el partido se reanuda sin nuevos incidentes».
El Espanyol, aliviado
Mejor parado salió el Espanyol con la resolución del comité, que impuso al club perico una «multa de 3.000 euros por infracción del artículo 107.2, en relación con el artículo 15 del código disciplinario de la RFEF, así como el apercibimiento de clausura de sus instalaciones en caso de reincidencia en la producción de hechos análogos.
El club perico esquivó de este modo el cierre parcial de la grada y el cierre total, que se habría dado en el caso de considerar muy grave el comité el lanzamiento del vaso por parte de un hincha hacia el árbitro Quintero González cuando se dirigía al túnel de vestuarios tras final el choque ante el Villarreal en el RCDE Stadium.
Varios atenuantes jugaron a favor del Espanyol, tal y como detalla la resolución. El árbitro no tuvo lesiones, el lanzamiento no influyó en el normal desarrollo del juego y fue un hecho aislado de un único autor. El club también colaborar a indentificar el protagonista del incidente, lo que acabó ponderando la sanción.