Las bombas israelíes sacuden Beirut. Sin descanso ni tregua, los ataques aéreos hebreos siguen torturando el sur del Líbano y la capital libanesa. La gravedad de la violencia también va en aumento. Durante la noche, el Ejército israelí ha bombardeado un edificio en el céntrico barrio de Bashoura donde se encontraba el centro de rescate del Comité Islámico de Salud, afiliado a Hizbulá. Al menos nueve personas, la mayoría de ellos paramédicos, han muerto y 14 han resultado heridas en el segundo bombardeo contra la ciudad mediterránea desde el inicio de la ofensiva militar israelí. Desde entonces, los ataques no se han detenido en la capital.
Este ataque, que hizo sacudir a toda la ciudad de madrugada, tuvo lugar en el mismísimo corazón de Beirut. Es una zona rodeada de edificios gubernamentales, como el Parlamento libanés o la oficina del primer ministro, y embajadas internacionales. El Instituto Cervantes de Beirut, la institución pública española encargada de promover el aprendizaje de la lengua española, se encuentra a apenas medio kilómetro. Además, esta vez, a diferencia de la gran mayoría, el Ejército israelí no avisó a los civiles de la zona para que evacuaran. El impacto de los bombardeos ha sido tal que los cuerpos de algunas de las víctimas han salido propulsadas y han aterrizado en un cementerio adyacente. La Agencia Nacional de Noticias libanesa ha denunciado el uso de «bombas de fósforo prohibidas internacionalmente».
Durante los últimos 11 meses, Israel ha hecho uso de este tipo de bombas incendiarias en el resto del territorio libanés, pero, hasta ahora, no había llegado a usarlas en la capital libanesa. Este miércoles también se han registrado ataques con fósforo blanco y ataques de artillería en Ramiyah y Beit Lif, en la zona de Bint Jbeil, a menos de cuatro kilómetros de la Línea Azul que separa Israel y el Líbano. Hizbulá no ha reivindicado ningún combate directo con el Ejército israelí este jueves, a diferencia del día anterior. Pero sí que ha reivindicado que sus combatientes han frustrado «un intento de las fuerzas enemigas israelíes de avanzar hacia la Puerta de Fátima», en la frontera de Kfar Kila, con proyectiles de artillería.
Evacuaciones de población civil
En el sur del Líbano, a su vez, el fuego israelí continúa. El Ejército israelí ha pedido a los residentes de 25 localidades del sur del Líbano que las evacuaran antes de la una del mediodía, y se rigieran al norte del río Awali, a 65 kilómetros de la frontera y al norte de la ciudad de Sidón. A su vez, un soldado libanés ha muerto en un ataque israelí en el sur del país, según han informado las fuerzas armadas libanesas. Otro soldado resultado herido y cuatro trabajadores de la Cruz Roja Libanesa también mientras realizaban operaciones de rescate en Taybeh, en la zona de Marjayoun, donde también se encuentra la base militar española.
Mientras la población civil libanesa continúa su éxodo forzado bajo las bombas –ya son 1,2 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares–, el Ejército israelí ha acusado a Hizbulá de contrabandear armas a través del cruce oficial de Masnaa en la frontera entre el Líbano y Siria. El ministro de Obras Públicas, Ali Hamiyeh, ha negado en una rueda de prensa esta acusación, asegurando que numerosas ramas de las fuerzas de seguridad, así como el ejército libanés, lo inspeccionan. Israel, de alguna forma, está tratando de imponer un bloqueo militar contra Hizbulá, al controlar quién aterriza en Beirut y quién usa las rutas entre el Líbano y Siria, mientras el Ejército sugiere que no se use el paso de Masnaa para transportar equipos de combate.
Ataques contra Siria
También se han registrado ataques contra territorio sirio, en la capital Damasco y en el puerto de Latakia, en otro intento israelí más de acabar con las capacidades militares del grupo chií y de sus aliados. En el ataque contra un edifico en Damasco, han muerto un asesor militar de la Guardia Revolucionaria de Irán, el yerno del exlíder de Hezbolá, Hasán Nasralá, Hasán Jaafar al Qassir, y su hermano, que es el responsable de la transferencia de armas de Irán al Líbano. A su vez, las Fuerzas Armadas Libanesas han denunciado que otro de sus soldados ha muerto después de que «el enemigo israelí atacara un centro del Ejército en la región de Bint Jbeil», anunciando que «los miembros del centro respondieron a las fuentes de fuego».
Desde el comienzo de las hostilidades, los ataques de Israel en Líbano han acabado con la vida de casi 2.000 personas. Israel y Hizbulá llevan enfrentados desde el inicio de la guerra contra la Franja de Gaza el pasado octubre, pero la violencia aumentó a un nivel sin precedentes desde 2006 hace dos semanas, cuando las fuerzas israelíes iniciaron una campaña de bombardeos masiva que ha arrasado localidades y pueblos enteros.
