«Para irme de aquí me tienen que matar». Pocas frases han sido más contundentes que la pronunciada por Sergi Darder cuando renovó su contrato en agosto de 2022 para firmar con el Espanyol hasta 2026. «En ningún sitio estaré más feliz y ojalá pueda estar no solo estos cuatro años sino toda la vida«, agregó en una declaración de intenciones que jamás se cumplió.
El equipo perico descendió aquel curso por segunda vez en tres años y el centrocampista voló hacia Palma para fichar por el Mallorca. Pronto cambiaron sus sentimientos. «Es el club de mi vida», soltó en referencia a los bermellones. Este sábado volverá al RCDE Stadium, donde le espera un volcánico recibimiento. El ídolo que defendió con orgullo la camiseta perica se convirtió en «traidor» para parte de la afición. Los pitos, seguramente, tumbarán a los aplausos.
El ‘Darderismo’
Durante seis temporadas (2017-23), Darder fue uno de los grandes referentes de la hinchada perica, que llegó a seguir el ‘Darderismo’ como una filosofía de vida y esfuerzo. Ese movimiento nació en el verano de 2018 en una gira del Espanyol por EEUU, cuando Darder hizo unas manifestaciones en las que abogaba por la máxima ambición para pelear por todo. Sin miedo. Esas palabras enchufaron a los pericos, que creyeron en un futbolista talentoso que disputó 245 partidos (25 goles) con la camiseta blanquiazul. Fueron seis años de idilio, incluido uno en Segunda, pero el amor se acabó y ahora queda más resquemor que otra cosa.
Vuelve Darder al RCDE Stadium en las filas del Mallorca, el club de su tierra que pagó ocho millones de euros al Espanyol. Con el cuadro balear acumula 49 encuentros y dos goles. Le costó brillar con Javier Aguirre en el banquillo y con Arrasate ha mejorado sus prestaciones. El cuadro isleño se encuentra en puestos europeos con tres victorias seguidas, dos de ellas fuera de casa ante el Betis y el Valladolid. En el Villamarín completó su mejor actuación Darder, que vivirá una cita intensa este sábado.
«Muy especial y emotivo»
«Cuando salió el calendario fue el primer partido que miré. Tengo muchas ganas de ver a la gente, de volver a reencontrarme con compañeros. Será muy especial y emotivo», anticipó Darder ya a principios de temporada. El jugador de Artà, de 30 años, vivió la doble cara del fútbol en el Espanyol, con momentos felices como la clasificación para Europa con Rubi en el banquillo y ese festivo triunfo en la última jornada ante la Real en mayo de 2019, y el dolor de los dos descensos, el de 2020 y el de 2023, semanas antes de su salida.
La primera caída a los infiernos siempre quedará marcada en su carrera, como confesó en una entrevista con este medio. «Lo pasé muy mal el año que bajamos. Yo era totalmente contrario a ir a un psicólogo, pero necesitaba ayuda. Busqué un especialista. Toqué fondo. Ahora he cambiado, tanto fútbol no le hacía bien a mi cabeza», reconoció.
Desgaste mental
Aquel duro momento pasó, Darder recuperó su mejor versión y continuó en el equipo hasta que se repitió la tragedia con la derrota en Mestalla en mayo de 2023. El centrocampista, que fichó en 2017 por el Espanyol procedente del Lyon, no estaba dispuesto a jugar de nuevo en Segunda pese a renovar el año anterior. Consideraba que no estaba preparado «mentalmente» para ese desgaste.
El recuerdo de la «medio depresión» seguía presente y forzó su salida. Fran Garagarza, siempre firme en las negociaciones, tensó la cuerda hasta que finalmente se cerró su marcha por ocho millones más dos en variables. Meditó salir de España y el Celta también lo quería, pero finalmente regresó a su tierra.
El astro se despidió con una emotiva carta en la que decía que debía «dar un paso a un lado para ser feliz» al tiempo que repasaba la montaña rusa de emociones vividas en seis años. «Ojalá algún día podáis entender mi decisión», concluía Darder. Menos diplomático fue ya ubicado en Palma. «Por suerte estoy en el Mallorca y el pasado mejor dejarlo de lado, que suficiente daño hace», apuntó en una entrevista en Marca. Sus palabras sentaron como un trueno en una afición que ya deseaba encontrarse con él en la Copa del curso pasado. La oportunidad llega con la Liga en un partido en especial en el que coincidirá con buenos amigos como Javi Puado o Brian Oliván.