Era el partido que jamás se había disputado en Montilivi, un viejo estadio construido en 1970. Era el debut del Girona en la Champions ante el Feyenoord. Y el campo no se llenó en una gris y lluviosa tarde que, además, acabó en derrota ante el Feyenoord (2-3), con dos autogoles (uno de Yangel Herrera; otro de Krejci). El club informó de que habían acudido 8.752 espectadores a Montilivi, lejos de los 9.721 que permitía el acotado aforo fijado por la UEFA, que prohibió el uso de las gradas supletorias.
«No sé porque habrá sido, pero me sabe mal que no se haya podido llenar Montilivi porque muchos socios habrán querido venir», había dicho Michel tras la derrota ante el conjunto neerlandés. Y el club, horas después, explicó en un detallado comunicado todo lo que había sucedido.
De 6.000 a 6.850 socios
Para empezar, el Girona desglosó cómo se repartían las 9.721 localidades. La mayor parte (6.000) van destinadas a los socios y socias del club. 1.300 corresponden a la UEFA, 1.500 corresponden a los compromisos publicitarios de la entidad, además de 700 para la afición visitante y 221 estaban ocupadas por los medios de comunicación.
El Girona recuerda que las 6.000 entradas de socios y socias «fueron vendidas a personas que les habían estado asignadas en el sorteo y, posteriormente, a otros socios que no les había tocado en la primera opción». De esta manera, el club recuerda que «la UEFA liberó 1.000 entradas», que en las últimas horas «se destinaron a nuestros socios hasta sumar una cifra final de 6.850 entradas».
Lo que quedaba pendiente fueron, además, aliberadas horas antes del duelo con el Feyenoord por “lo que se dificultó la venta completa de este paquete”. Y ha explicado el Girona que “en el momento inicial del partido quedaban 112 entradas a la venta”.
Luego, el club catalán ha argumentado el paquete de entradas destinado al Feyenoord. «De las 700 entradas que se le libraron 500 eran en la zona visitante y las 200 restantes el club neerlandés la distribuyó entre sus compromises, quedando ubicadas en la tribuna baja de Montilivi, siguiendo la normativa de la UEFA».
130 entradas de la reventa que no accedieron al estadio
Ha recordado el club catalán que «todas las entradas para el partido eran nominales, excepto las de los patrocinadores de la UEFA” y ha precisado también que «detectó más de 130 entradas procedentes de la reventa”, a las que no se les permitió el acceso al estadio.
En ese sentido, el Girona ha anunciado que «emprenderá las acciones que considere oportunas para sancionar esta conducta». Acaba ese amplio comunicado el club de Montilivi que hubo «500 personas con entradas asignadas que finalmente no accedieron» al estadio.
Partido de «alto riesgo»
Para concluir sus detalladas explicaciones, el Girona «lamenta las molestias ocasionadas a los aficionados en los controles de acceso y los retrasos producidos» a la hora de acceder al estadio. El debut en la Champions era un partido considerado de «alto riesgo», tal y como lo declaró la Comisión Antiviolencia, por lo que el objetivo era “garantizar la seguridad del público presente en Montilivi y que no hubiera afición visitante en el sector local”.
En ese sentido, el club catalán recuerda que hay otro hecho que dificulta el acceso rápido a Montilivi. ¿Cual? «Es el número de tornos existentes», ha precisado. Pero no hay solución porque el Girona «ha pedido de forma reiterada la ampliación de estos tornos a LaLiga» para mejorar el sistema de entrada a Montilivi. «Desafortunadamente LaLiga no lo ha autorizado alegando que todo viene determinado por el aforo» del viejo estadio.