El Real Betis Balompié inició su andadura en la fase de grupos de la Conference League con un amargo trago en el siempre hostil Estadio del Ejército Polaco. El Legia de Varsovia, con un juego directo y efectivo, dominó a placer a un desorientado equipo verdiblanco, que se vio sorprendido por la intensidad y la ambición de los locales en el primer acto del encuentro.
Los segundos 45′, con más energía pero con la misma inoperancia de cara a portería, trajo consigo la derrota en el estreno en la fase liguera de la Conference League.
Manuel Pellegrini apostó por una alineación con hasta nueve cambios respecto al duelo ante el Espanyol, en la que se estrenaron Adrián San Miguel y Nobel Mendy, siendo también titular Juanmi, quien ha gozado de menor protagonismo en este inicio liguero. Sin embargo, el once inicial bético no encontró su ritmo en ningún momento del partido.
La ley del Legia
Los primeros minutos fueron de tanteo, pero pronto el Legia comenzó a imponer su ley. Un error defensivo de Natan permitió a Morishita disponer de una clara ocasión de gol, pero el japonés no estuvo acertado.
El conjunto polaco fue creciendo con el paso de los minutos y su presión asfixiante desbordó al Betis. Fue avisando el Legia hasta que llegó el primer tanto tras la salida de un córner. Jugada ensayada en corto, centro, y los verdiblancos tiran mal la línea del fuera de juego, permitiendo a Kapuadi esquinar el cabezazo a las mallas de Adrián.
El gol fue un mazazo para los verdiblancos, que no supieron reaccionar. El desorden defensivo y la falta de ideas en ataque fueron constantes en el juego del Betis, perdidos ante el empuje el conjunto de Gonçalo Feia. Solo Cardoso y Fornals intentaron poner algo de orden en un equipo que parecía perdido sobre el césped.
Al descanso, el marcador reflejaba la superioridad del Legia y la decepción del Betis. Juanmi y Chimy Ávila, los dos extremos titulares, estuvieron muy imprecisos y no generaron peligro para la portería rival.
Un Betis más enérgico
El paso por vestuarios espoleó a los verdiblancos, que aumentaron el ritmo de partido y salieron decididos a igualar rápido el marcador. Sería Aitor Ruibal quien casi lo consigue tras la reanudación, pero su disparo después de internarse por dentro terminó demasiado cruzado.
No tardó Pellegrini en intentar activar a su equipo, que a pesar de mejorar respecto a las prestaciones del primer acto, siguió siendo insuficiente para crear peligro real a un Legia ordenado y cómodo ante la incapacidad verdiblanca para darle profundidad y rapidez a los ataques.
Ello apareció al ingresar Abde al terreno de juego junto a Dani Pérez y Cédric Bakambu, saliendo por ellos los tres delanteros. El de Beni Melal, quiso cargar los ataques por el costado izquierdo buscando desbordar y llegar a línea de fondo.
En la primera que consiguió irse de su par, sacó un centro que cabeceó Fornals a las manos de Tobiasz, que tuvo una tarde plácida.
Siguió sufriendo el conjunto de Pellegrini en el apartado defensivo, y el Legia, que sólo remató una vez y acabó dentro, rozó el segundo tras un recorte en la frontal de Augustyniak a Marc Roca, pero el remate del polaco entre Natan y una mano prodigiosa de Adrián no terminó en gol y dejó al Betis con vida.
Una vida que, con más corazón que cabeza y sin generar oportunidades, no supo aprovechar en Varsovia.
El derbi, en el horizonte
Debut muy pobre de la entidad verdiblanca en la Conference League con una derrota merecida y una puesta en escena más lamentable que insuficiente que debe poner en aviso a un club que en teoría, quiere luchar por llegar a instancias altas en la competición.
Debe servir para rebelarse y mostrar una cara muy diferente ante el Copenhague en el Benito Villamarín dentro de tres semanas para no complicarse el pase a la siguiente ronda.
Tiene ahora Manuel Pellegrini que, hacer olvidar a los suyos de forma rápida el partido en Varsovia y centrarse en el campeonato nacional. El próximo domingo, derbi frente al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán.