El aborto, un tema que polariza a los estadounidenses, se ha convertido en uno de los principales temas de la campaña para las presidenciales de noviembre. El candidato republicano, Donald Trump, alardea con frecuencia de haber nominado a los jueces de la Corte Suprema que eliminaron la protección federal a este derecho en 2022. Los demócratas, con Kamala Harris a la cabeza, esperan atraer el voto de los contrarios a la prohibición de esta práctica. Según las encuestas, la mayoría de los estadounidenses defiende que haya al menos un marco legal para el procedimiento.
Desde que la Corte Suprema dejó de reconocer este derecho a nivel federal, al menos 20 estados han impuesto restricciones al aborto, entre ellos Nebraska, donde el tema es especialmente complejo y espinoso. Cuando el senador Riepe bloqueó el año pasado una prohibición al aborto después de la sexta semana de embarazo, recibió mensajes de odio, tuvo que ser escoltado fuera del Congreso por guardias armados y fue censurado por sus colegas republicanos.