[Este artículo puede herir su sensibilidad]
Cuando regresó de un voluntariado en Gaza en primavera de este año, la doctora canadiense Fozia Alvi describió la presencia en los hospitales de la Franja de niños parapléjicos o gravemente heridos por disparos en la cabeza o en el torso. Un testimonio repetido por una decena de médicos internacionales al diario británico The Guardian. La mayoría de los doctores afirmaban que las heridas eran solo compatibles con disparos de bala, y de gran calibre. Francotiradores disparando contra niños, decían los familiares. Expertos militares identificaron proyectiles pertenecientes al Ejército israelí. Hay multitud de vídeos que muestran a mujeres y niños caer a plomo tras recibir un disparo en Gaza.
El Ejército israelí ha ido designando “zonas de matar” (kill zones) en las que los soldados tienen órdenes de disparar a cualquiera que entre en ellas, según han contado soldados y miembros de la defensa nacional al diario israelí Haaretz. Oficialmente, Israel niega disparar a civiles. “Nunca, nunca, he visto a un francotirador disparar contra una mujer o un niño sin motivo”, dijo a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA el comandante de batallón israelí Maayan Mulla.
“Carnicería en Gaza contra los civiles”
El doctor estadounidense Mark Perlmutter estuvo en Gaza entre abril y mayo de este año. En una entrevista con CBS News, este cirujano de origen judío y vicepresidente del Colegio Internacional de Cirujanos alertó de la “carnicería” que estaba perpetrando el Ejército israelí entre los niños de Gaza. Esta es parte de la entrevista:
Perlmutter: Todos los desastres que he visto en 40 misiones durante 30 años, todos combinados, no igualan la carnicería que vi en Gaza contra los civiles.
CBS: Cuando dice civiles, ¿son sobre todo niños?
Perlmutter: Casi exclusivamente niños. Nunca lo había visto antes. He visto más niños incinerados que en toda mi vida. Más niños despedazados, aplastados por edificios, en su mayoría, o por explosiones de bombas. He extraído metralla tan grande como mi dedo de un niño de ocho años. Y había disparos de balas de francotirador. Niños que fueron disparados dos veces.
CBS: Un momento. ¿Dice que los niños de Gaza están siendo disparados por francotiradores? Perlmutter: Absolutamente.
Francotiradores contra menores
Existen decenas de testimonios sobre situaciones similares, también en Cisjordania. El pasado 4 de septiembre, la agencia Reuters informaba de que una adolescente de 16 años murió en Jenín por un disparo de francotirador al asomarse por la ventana, según el testimonio de su padre.
Una investigación de Al Jazeera muestra la muerte por disparos de francotirador de la joven Hadeel Haroun Abu (20 años) mientras la multitud intentaba rescatar a su primo Hazem Abu (4 años). Se cuentan por decenas las imágenes e investigaciones periodísticas, con vídeos geolocalizados y testigos directos, de ataques similares en este año de guerra.
Israel ha reconocido varios casos de disparos de sus francotiradores a civiles desarmados: los tres rehenes israelíes que murieron por disparos de su propio Ejército mientras se entregaban desnudos y con los brazos en alto o la activista egipcio-estadounidense Aysenur Ezgi Eygi, abatida por los disparos de un francotirador en Nablus. Tel Aviv niega que sea una práctica sistemática e insiste en que investiga los casos.
Naciones Unidas advirtió el pasado febrero de la abundancia de testimonios que afirman que mujeres y niñas palestinas han sido ejecutadas en Gaza junto a otros niños o a sus familias. Expresaron también “su preocupación” por que “un número indeterminado de mujeres y niños palestinos, incluidas niñas, hayan desaparecido tras entrar en contacto con el Ejército israelí en Gaza”.
La guerra contra los niños
Save The Children ha alertado sobre los niños perdidos de Gaza. “Se estiman en más de 20.000 los niños que han desaparecido, están detenidos, enterrados bajo los escombros o en fosas comunes”.
El activista israelí Yehuda Shaul clamó en una entrevista con este diario sobre el impacto de la guerra en los niños huérfanos: “¿Estamos locos? 17.000 niños perdieron a sus padres [cifra de niños no acompañados o separados de sus familias desde el comienzo del conflicto, según Unicef]. Dejemos de lado por un momento la moralidad y la legalidad. Seamos realistas y pensemos en términos estratégicos. ¿En qué demonios estamos pensando? Esos 17.000 niños huérfanos no van a crecer para convertirse en grandes amantes del sionismo”.
El grueso de los al menos 16.000 niños muertos en Gaza ha fallecido por las bombas de gran potencia israelíes.
“He visto imágenes de niños de 10 años cargando con los restos de sus hermanos en bolsas”, comparte con este periódico Haizam Amirah Fernández, analista especializado en mundo árabe contemporáneo. “Viendo la destrucción física de las infraestructuras, no hace falta mucha imaginación para intuir los instantes de horror extremo que se han repetido infinitas veces: escuchar a gente debajo de los escombros, gritando papá, mamá; no poder acceder a ellos, y escucharlos durante días, hasta que se deja de escuchar ese sonido. Ya no hay líneas rojas en el mundo. Se acabó”.
Un año de la peor masacre de Hamás en Israel
Al menos 39 niños murieron en los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra Israel. Otros fueron secuestrados y muchos perdieron a sus padres o a su familia al completo.
Las atrocidades del grupo islamista quedaban plasmadas en el vídeo de 43 minutos que proyectó la Embajada de Israel en Madrid y que visionó este diario. En uno de ellos, grabado por las cámaras de seguridad en uno de los kibutzim fronterizos con el norte de Gaza, se ve a un padre israelí tratando de salvar a sus dos hijos metiéndolos en el refugio de la casa. Justo antes de que pueda cerrar la puerta, un miliciano palestino arroja una granada. El padre cubre a los hijos y el explosivo lo revienta. Los dos hijos salen heridos, sangrando, en calzoncillos, llorando, con heridas diversas y corren a la cocina de la casa.
Un hermano trata de aliviar al otro echándole agua de una botella: “¿Ves por ese ojo?”.
“Hace un año, los terroristas de Hamás mostraron que prefieren tener guerra a vivir pacíficamente junto a sus vecinos israelíes”, opina para este diario Michael Aaron Rockland, profesor emérito de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos. “Mataron a 1.200 israelíes, violaron a mujeres antes de matarlas, mataron a niños y tomaron a 250 rehenes, a los que mataron. Para los israelíes, el 7 de octubre será siempre un segundo Holocausto”.
Torturas y violaciones
Los niños también protagonizan algunas de las imágenes que reflejan el trato que está dando Israel a los detenidos en Gaza. Se los arresta, desnuda y deja en calzoncillos; los suben a camiones y los llevan sin cargos a cárceles secretas e inaccesibles. En decenas de vídeos se ve que algunos son menores.
El diario The New York Times publicó en junio una investigación sobre la situación de los palestinos detenidos en la base militar israelí de Sde Teiman. Este y otros medios han informado, apoyándose en fuentes israelíes y palestinas, de torturas sistemáticas y muertes dentro de prisión. En mayo, se estimaba en 4.000 los palestinos (sobre todo hombres, pero también mujeres y niños) que habían estado bajo detención administrativa sin cargos en Israel. Al menos un tercio fueron liberados posteriormente por tratarse de civiles.
Una decena de soldados israelíes fueron detenidos por el propio Ejército tras filtrarse un vídeo en el que se les veía violando en grupo a un prisionero palestino. Las imágenes fueron aireadas en la televisión israelí. Algunos de los soldados fueron después a la televisión para justificar su conducta como parte de la guerra. “Hay informes de al menos dos prisioneras palestinas violadas” durante su detención, asegura un informe de Naciones Unidas.
Israel también ha presentado testimonios de mujeres violadas por milicianos de Hamás durante los ataques del 7 de octubre y durante el cautiverio en la Franja de Gaza.
Cerco total y destrucción de la Franja
Antes del 7 de octubre, solo en 2023, el Ejército israelí había matado a 242 palestinos en Cisjordania, entre ellos 48 niños. También tenía cercada Gaza.
Tras la matanza de Hamás, sitió por completo la Franja, impidió el paso normal de medicinas y víveres. Ha destrozado casi por completo las infraestructuras: siete de cada diez viviendas y casi todas las infraestructuras civiles, desde hospitales a panaderías y universidades. Ha destruido intencionadamente campos de cultivo, llevando a cabo una estrategia de usar el hambre como arma de guerra denunciada por Human Rights Watch. En Cisjordania, ha aumentado los asentamientos y ha dado manga ancha a la violencia de los colonos radicales contra los civiles palestinos.
El nivel de violencia empleado es inédito en la guerra contemporánea, especialmente en las libradas por países con armamento moderno. En particular, en el uso de miles de bombas de gran tonelaje (950 kilogramos, cerca de una tonelada). Estados Unidos, que hasta mayo envió a Israel más de 14.000 de estas bombas -posteriormente puso fin a los envíos-, nunca las había usado en ciudades altamente pobladas.
Para encontrar a una democracia llevando a cabo ese tipo de bombardeos hay que remontarse al siglo pasado, a los bombardeos de Estados Unidos contra Vietnam, según el ex analista de inteligencia estadounidense Marc Garlasco a la BBC. En número de muertos por 100.000 habitantes, solo la guerra de Eritrea está por encima de la de Gaza. Emily Tripp, directora de Airwars, organización que lleva un recuento de los ataques aéreos en distintas guerras, asegura que esta es la peor guerra aérea en términos de muertes de civiles. Solo es comparable a la primera época de los bombardeos del autócrata sirio Bashar Al Assad sobre su propio pueblo.
