«La magia de Dani Jarque desde donde nos pudiera ver también nos ayudó», recordó Andrés Iniesta, emocionado en su despedida del fútbol profesional al remomerar a su gran amigo de la infancia. Refiriéndose al Mundial ganado por la selección española en 2010. Con este gesto, el de Fuentealbilla quiso rendir homenaje, una vez más, a su gran excompañero y amigo, fallecido hace ya 15 años por un ataque en el corazón.
Sudáfrica, 11 de julio de 2010, en el estadio Soccer City de Johannesburgo, Andrés Iniesta anotaba el gol que le daba a España su primer y hasta ahora único Mundial. Un gol que trascendió en la historia no solo por su importancia – que fue muchísima – sino por la imagen que dejó su icónica celebración. «Dani Jarque siempre con nosotros», es lo que ponía en la camiseta interior que llevaba Iniesta bajo la elástica de la selección, que no dudó en sacarse para que el mensaje, escrito en rotulador azul, diera la vuelta al mundo.
El fútbol creó ese momento – no idílico, porque si no Jarque hubiera estado viendo a su amigo marcar ese gol o quién sabe si jugando -, pero si oportuno para que el exjugador del Barça pudiera dedicarle el gol y creará esa imagen imborrable para los familiares de Dani, para todos los hinchas pericos y para todos aquellos que aman el fútbol y la vida.
Aplaudido en Cornellà
Desde ese día, el futbolista de Fuentealbilla ha sido aplaudido y homenajeado cada vez que ha pisado el césped de Cornellà y, por si fuera poco, entregó al club blanquiazul la camiseta interior con la que marcó ese gol ante Holanda en la final del Mundial y que contenía la dedicatoria a su amigo. El Espanyol la guarda a muy buen recaudo en la puerta 21 del RCD Stadium, al lado de la estatua del eterno capitán perico, Dani Jarque.
Andrés deja un legado que va mucho más allá de sus famosas «croquetas», sus pases medidos como si fueran teledirigidos o sus goles en los últimos minutos. Nos deja el recuerdo de un ejemplo a seguir para todas las niñas y niños.