Ante un escenario internacional marcado por conflictos bélicos como la invasión rusa en Ucrania o la guerra en Oriente Próximo, nadie tiene claro quién puede ganar el Nobel de la Paz. De hecho, la decisión sobre a quién otorgar el premio puede ser una de las más controvertidas de la historia. La Academia Sueca tendrá que escoger al galardonado este viernes 11 de octubre de entre las 286 nominaciones, de las cuales 89 son organizaciones. Las candidaturas que ocupan el lugar más destacado en los pronósticos del Instituto para la Investigación sobre la Paz de Oslo y el Consejo de la Paz noruego son la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La UNRWA es uno de los candidatos por su labor de ayuda a los civiles palestinos que sufren las consecuencias de la guerra en Gaza. No obstante, esta decisión podría desencadenar una fuerte polémica por las acusaciones de Israel sobre la cooperación de este organismo con Hamás, que supuso la retirada de las donaciones de 16 países y el despido de 9 de sus miembros por la posible vinculación con el grupo terrorista.
Por otro lado, el Nobel puede ir para la CIJ, con el objetivo de reforzar su figura como garante del derecho internacional humanitario, por denunciar la invasión rusa en Ucrania y pedir a Israel que garantice que no se cometa un genocidio en Gaza.
Lo que dicen las casas de apuestas
Los máximos favoritos en las casas de apuestas son Alexéi Navalni, uno de los opositores al régimen de Putin más reconocidos, que apareció muerto en la cárcel en febrero. Navalni es un símbolo nacional ruso de disidencia contra Putin y siempre ha abogado por la paz y la libertad de expresión. Sin embargo, el galardón no se entrega a título póstumo.
Otro de los nombres que suenan en las quinielas es el del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pero el hecho de que Ucrania sea parte activa en una guerra y que el ucraniano Centro por las Libertades Civiles fuese premiado ya hace dos años reducen a mínimos sus opciones.
Un ‘año en blanco’
Otra de las posibilidades es que el Nobel de la Paz no lo reciba nadie. La academia puede escoger no entregar el galardón como símbolo de protesta por la escalada de conflicto a nivel mundial. Este hecho ya ha sucedido otras diecinueve veces a lo largo de la historia, la última el año 1972 durante la Guerra de Vietnam.