Corea del Norte ha cifrado este miércoles en más de 1,4 millones los jóvenes que se han unido al Ejército norcoreano en las últimas 48 horas, coincidiendo con un aumento de la tensión en la península y después de que anunciara un cierre «permanente» de la frontera ‘de facto’ con Corea del Sur.
Según los datos recogidos por la agencia de noticias norcoreana KCNA, este número de solicitudes ha tenido lugar entre el lunes y el martes (14 y 15 de octubre) debido a la «voluntad de aniquilar a la escoria» de Corea del Sur «que cometió una grave violación de la soberanía norcoreana mediante la infiltración de un dron en la capital para llevar la tensa situación al borde de la guerra». «Si estalla una guerra, la República de Corea será borrada del mapa. Como desea una guerra, estamos dispuestos a poner fin a su existencia», ha sostenido la citada agencia de noticias, que agrega que «los jóvenes apasionados están decididos a salir a la guerra sagrada para destruir al enemigo con las armas de la revolución».
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, convocó el lunes una reunión de seguridad para abordar la supuesta incursión de drones surcoreanos en el territorio norcoreano, un asunto que ha tildado de «grave provocación» y de una «violación de la soberanía» de Corea del Norte, si bien Seúl insiste en que no se produjeron tales despliegues.
En las últimas semanas, las autoridades norcoreanas han enviado numerosos globos de basura al otro lado de la frontera, por lo que Seúl reanudó las retransmisiones de propaganda mediante altavoces, así como sus maniobras con fuego real cerca de la frontera, actividades a las que se suman las maniobras militares conjuntas con Estados Unidos.
Corea del Norte ha estado también incrementando sus lanzamientos de misiles balísticos y otros proyectiles durante los últimos años, unas operaciones que describen como «advertencias» ante las acciones de Seúl, con quien no ha firmado aún un acuerdo de paz a pesar de que la guerra de Corea finalizó en 1953 con un armisticio.