A tan solo 48 horas de la decisiva asamblea (telemática) de socios-compromisarios del FCBarcelona en la que se deben aprobar las cuentas del último ejercicio plagadas de salvedades y ‘excepto por…’ redactadas por el auditor de Grant Thornton, el programa ‘Què t’hi Jugues’, de Ser-Catalunya, y el equipo de investigación de Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), junto a medios de Holanda, Chipre y Alemania de enorme prestigio en toda Europa, con la colaboración de Paper Trail Media (Alemania), acaban de destapar otra de las negligentes maneras de actuar del FC Barcelona, presidido por Joan Laporta y su grupo de familiares y amigos.
El Barça estuvo a punto de ser estafado por un suplantador de Pini Zahavi que creó una cuenta falsa en el Banco de Chipre a nombre del representante de Robert Lewandowski y se atrevió a enviar un correo al club desde un ‘gmail’ creado para la ocasión, pidiendo que le enviasen a esa cuenta un millón de euros, de los 10 que el representante israelí se llevó de comisión por el fichaje del goleador polaco, en verano de 2022. El engaño, la estafa, no se llegó a consumar, no porque el Barça lo denunciase y/o se diese cuenta de que era un timo, sino porque la dirección del Banco de Chipre fue quien sospechó que todo era falso.
Timo muy cutre
El equipo de periodistas, que han hecho pública su denuncia después de más de un año de investigación, mostró su extrañeza por el hecho de que el Barça fuese tan ligero y simplista a la hora de transferir un millón de euros a una cuenta de un banco chipriota, sin verificar realmente que fuese propiedad de Zahavi. “No estamos hablando de una sofisticadísima estafa, sino de algo muy cutre, de un despiste que no cometería ni el más simple de los tenderos de nuestro barrio”, señala Antonio Baquero, uno de los periodistas de investigación que lideró el trabajo y un profesional forjado en El Periódico.
Otra fuente de la investigación consultada por El Periódico, que obtuvo una primera explicación del caso por parte del departamento de Comunicación del Barça, tuvo la sensación, a lo largo de la investigación, que la frivolidad o simpleza con la que el Barça realizó esa operación y envió la transferencia es impropia de una gran compañía, que maneja cientos de millones de euros al año y decenas y decenas de negociaciones.
“Nadie, nadie, en el mundo de los negocios y menos alguien que maneja cientos de millones, envía dinero a una tercera persona con la que no tiene una vinculación comercial. Eso es impensable. Y no solo le envía esa inmensa cantidad, sino que ni siquiera comprueba quien va a recibir ese dinero, pese a que todos los ‘compliance officer’ del mundo saben que Chipre es considerada una jurisdicción problemática”, sigue explicando Baquero a El Periódico. “Da cierto miedo saber y comprobar a través de este ejemplo, cómo se realizan ciertas operaciones en el Barça, pues, en este caso, se han saltado todas las normas que deben cumplirse para asegurarse de que no se trata de un timo, insisto, nada sofisticado”.
Incluso, sigue explicando Baquero, concediéndole el beneficio de la duda al Barça, pensando que nadie ha tratado de desviar dinero de forma fraudulenta, es realmente incomprensible cómo el ‘compliance officer’ (responsable de vigilar el cumplimiento de toda la normativa de la compañía) dio el visto bueno a esta operación. Es evidente que el hecho sabido de que Zahavi es amigo del presidente pudo facilitar la celeridad con la que se hizo la transferencia, frenada, finalmente, por la dirección del banco chipriota.
“Da cierto miedo comprobar, a través de este ejemplo, cómo se realizan ciertas operaciones en el Barça, pues, en este caso, se han saltado todas las normas que deben cumplirse para asegurarse que no se trata de un timo, insisto, nada sofisticado”
La versión oficial del club, lanzada para quitar hierro al caso, sigue siendo que la transferencia no se había consumado y que, por tanto, ni hacía falta presentar una denuncia ni hacer público que habían estado a punto de ser timados por un suplantador de un amigo del presidente. La SER afirma que los Mossos sí tuvieron conocimiento del caso, pero nunca intervinieron “porque el Barça jamás presentó denuncia alguna”, lo que ha podido permitir que el timador siga actuando a sus anchas.
Puede que, de consumarse el timo, los directivos azulgranas se hubiesen apoyado o justificado en el visto bueno del ‘compliance officer’, Sergi Atienza, como hicieron cuando El Periódico, de la mano de Toni Frieros, descubrió que ISL, proveedor del Barça, había ingresado 350.000 euros en una cuenta de los directivos para pagar los intereses del aval necesario para poder ser directivos, tras la victoria electoral.
Los directivos justificaron ese ingreso diciendo que Atienza no había visto “nada anormal” en la transferencia. Sin duda, son los únicos que ven normal que un proveedor del club financie el pago de intereses de un aval.
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