Incógnita resuelta. Ya no hará falta que el Ayuntamiento de Barcelona vuelva a reunirse con la organización de la Copa América de vela para negociar. En un comunicado, poco después de las 20 horas, han sido los propios neozelandeses quienes han descartado repetir la próxima edición en la capital catalana después de haber mantenido un encuentro con responsables municipales este mismo martes. El argumento que dan los kiwis es que no habrá suficiente espacio para seguir creciendo como pretenden.
A pesar de que el defensor del título, flamante ganador el sábado de la 37 ª edición, ha sido siempre alérgico a dar datos sobre el evento, este martes sí ha revelado que ha atraído a 2,56 millones de asistentes entre el 22 de agosto y el 19 de octubre de 2024, durante los 59 días que ha durado el evento.
Oportunidad «sin precedentes»
«El Emirates Team New Zealand ha completado una de las campañas de la Copa América más exitosas de la historia. Para el defensor, ganar tres veces seguidas representa una oportunidad sin precedentes para el crecimiento continuo», aseguran los kiwis. Están orgullosos del acontecimiento que han llevado a cabo en Barcelona y siempre lo han valorado. Pero aquí se acaba la historia, con el «Moltes gràcies, Barcelona» que ondeaba en el mástil del ganador el sábado.
Los neozelandeses ambién aseguran que han mantenido conversaciones con otros equipos y consideran que cuentan con «propiedades valiosas» aún a desarrollar, dicen. «Mantenemos la mente abierta sobre cuál es la mejor manera de lograrlo con un recinto, o diferentes recintos, que puedan potenciar la siguiente con una mayor presencia global, más equipos y mayores oportunidades generales de expansión. Sería difícil ampliar el número de equipos en función del espacio de infraestructura disponible en Barcelona”, zanjan.
Más audiencia y distintas regiones
«Buscamos aumentar la audiencia y la participación en diferentes regiones, territorios y grupos demográficos», asegura en la nota hecha pública el consejero delegado de America’s Cup Event (ACE) y de la escuadra neozelandesa, Grant Dalton. “Además, a partir de las conversaciones iniciales con los equipos, existe un deseo colectivo de ver un crecimiento comercial continuo de la Copa América, como pasa con otros deportes globales líderes”, ha explicado. De hecho, esta 37ª edición de Barcelona es la primera en la que se han celebrado las dos regatas preliminares en otros sitios, primero en Vilanova i la Geltrú en septiembre del año pasado y, en noviembre, en Yeda (Arabia Saudita).
La reunión de balance prevista entre Dalton y su equipo con los responsables municipales, que tenían la primera palabra a la hora de sopesar si aspirarían a acoger una nueva edición de la Copa América en un plazo, seguramente, de dos años, se ha celebrado este mismo martes. En una entrevista el domingo, el teniente de alcalde de Promoción Económica, Jordi Valls, aseguró que la capital catalana había conseguido los objetivos que tenía con la cita deportiva, una forma sutil de alejar la repetición de los intereses barceloneses.
Cabían dos más
La excusa de la falta de espacio todavía no se había puesto sobre la mesa. De hecho, fuentes portuarias consultadas por este diario aseguran que a principios de este año se habían mantenido conversaciones con ACE para asumir, por lo menos, dos equipos más en el Port Vell. En una entrevista, Dalton también admitió que, si era preciso, la infraestructura era suficiente.
El descarte por parte del equipo ganador de la Jarra de las Cien Guineas se produce tras la reunión entre ambas partes y también después de que València haya verbalizado nuevamente a través de su alcaldesa la intención de optar a convertirse en sede de la siguiente cita. El responsable kiwi siempre había dicho que tomaría rápido la decisión. Lo ha hecho: tres días.