El Real Madrid es un vehículo con las últimas innovaciones del mercado. Garantía para diez años, a tenor de la edad media de los componentes. El acabado más alto que existe, con Mbappé como potenciador. No hay nada parecido en la carretera. Pero como superdeportivo incontrolable transita del horror al honor con una facilidad bestial.
Las primeras partes se las pasa mirando el cuentakilómetros. Deja incluso que le pasen por el carril de los lentos. Al Borussia Dortmund le dio dos de ventaja y se los quitó en tres minutos por medio de Rüdiger y Vinicius. Por si el hándicap fuera bajo, Lucas Vázquez se sacó la vergüenza defensiva con un tanto que vino acompañado del ‘hat-trick’ del brasileño, consagrado como Balón de Oro. La historia de siempre, contada de una y mil maneras diferentes.
Modric como GPS e indolencia defensiva
Contra el Borussia Dortmund, el vigente campeón de Champions se puso el mono de trabajo en la presión. El turbo le duró un cuarto de hora. A partir de ahí pierde fuerza. Da igual que sea un 4-3-3, un 4-4-2 o un 4-2-3-1 como el dispuesto en el Bernabéu ante un rival plagado de dudas. Con Nuri Sahin temiendo a los espías y los fantasmas de su desgraciado paso por la ‘casa blanca’. Pronto asomaron las costuras. En cuanto a los de Ancelotti les dio igual controlar el partido y se abrió la escena en la que el italiano sabe que salen perdiendo. El drama posicional, en su campo. Donde mejor defiende este Real Madrid es fuera de sus dominios.
«El fútbol ha cambiado mucho», decía Carletto en la previa, en referencia a que ahora todo se sabe del rival. Sin embargo, hay cosas que no se aprenden, simplemente se ejecutan, como las vigilancias defensivas. El dueño de la Champions encajó un gol imperdonable a la media hora de juego. Sin indulto, porque parte de la indolencia de permitir a Guirassy, el hombre más en forma del Dortmund, filtrar un pase letal para Malen, que definió a la perfección ante Courtois
Al Real Madrid, por su historia, le pasa que cuando pierde, sobre todo en casa, se le activa el gen de la rabia. Pero antes de que pudiera rebelarse contra el golpe germano, el equipo blanco se encontró con otro palo en la sien. Malen, autor del primer tanto, encaró a Mendy, le hizo un bonito retrato para servir al segundo palo el 0-2 que definió Gittens. Retrató a Lucas Vázquez, quien terminó la primera parte con un álbum familiar. Con todo, el doble larguero antes del descanso demostraba que con muy poco el Real Madrid podía salir adelante.
El despertar de una bestia llamada Vinicius
Ancelotti estaba en un complicado entuerto. Como era de esperar, el conjunto local por fin ejerció como tal al principio de la segunda mitad. Siempre tiene que pasar algo para que despierte. Para suerte del conjunto madrileño, su camiseta todavía pesa más que la del resto. El Dortmund cayó en el pánico muy pronto. Antes de la hora de juego estaba encogido bajo la sinfonía de pitos del Bernabéu y defendiendo en un bloque que no era bajo, era un pozo.
Con el larguero encima, el Real Madrid encontró rápido recompensa. La remontada empezó a cocinarse con un centro magnífico de Mbappé que conectó con la rabia de Rüdiger. Su grito sordo hizo tan pequeño al Borussia que tres minutos después del primer contratiempo había perdido dos puntos. Vinicius igualó con suspense y mediante el VAR. Una dilación que solo precede a lo inevitable. El campeón se levantó con dos movimientos de chistera y un Bernabéu para el que la Champions es prioridad. Le da igual el formato.
Carletto obligó a los que sumieron al Real Madrid en el caos retirarlo del mismo. A partir de ahí, en el minuto 70, empezaron los cambios, con Modric como principal componente a dosificar. En su lugar puso la vitamina de Camavinga. El empate dio un respiro al Dortmund, una situación por la que pasan todos los que visitan el Bernabéu. La paz armada que precede a la tempestad, como efectivamente sucedió. Primero, Lucas Vázquez se liberó de la carga acusatoria de la primera mitad reviviendo sus tiempos de extremo y finalmente Vinicius cerró el partido con dos latigazos de Balón de Oro.
Ficha técnica:
5 – Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger, Mendy; Valverde, Modric (Camavinga, min.70), Bellingham (Güler, min.90); Rodrygo (Tchouaméni, min.85), Mbappé (Ceballos, min.90) y Vinícius.
2 – Borussia Dortmund: Kobel; Ryerson (Emre Can, min.76), Süle, Schlotterbeck, Bensebaini; Sabitzer, Nmecha (Beier, min.76); Gittens (Anton, min.54), Brandt, Malen (Gross, min.64); Guirassy.
Goles: 0-1, min.30: Malen. 0-2, min.34, Gittens. 1-2, min.60, Rüdiger. 2-2, min.63: Vinícius Júnior. 3-2, min.83: Lucas Vázquez. 4-2, min.86: Vinícius Júnior. 5-2, min.90+3: Vinícius Júnior.
Árbitro: István Kovács (ROU). Amonestó a Vinícius (min.87) por parte del Real Madrid. Sin amonestados en el Borussia Dortmund.
Estadio: Santiago Bernabéu.