El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha confirmado este miércoles el despliegue de 3.000 militares norcoreanos en centros de entrenamiento militar en el este de Rusia y ha afirmado que, en caso de que estos decidan unirse a las Fuerzas Armadas rusas que están luchando en Ucrania, se convertirán en «objetivos militares legítimos».
«Si se despliegan para luchar contra Ucrania, serán un blanco lícito. Son objetivos justos. Los militares ucranianos se defenderán de los norcoreanos de la misma manera que se defienden de los rusos. Así que la posibilidad de que haya soldados norcoreanos muertos o heridos luchando contra Ucrania será absolutamente real si se despliegan (…) Si deciden unirse a la lucha contra Ucrania, se convertirán en objetivos militares legítimos», ha dicho en rueda de prensa.
Kirby ha explicado que entre principios y mediados de octubre, Pyongyang ha trasladado al menos a 3.000 militares al este de Rusia en un barco desde la zona de Wonsan hasta Vladivostok. Desde allí, han viajado a varios lugares de entrenamiento militar rusos en el este de Rusia, donde actualmente estarían recibiendo entrenamiento. «Aún no sabemos si estos soldados entrarán en combate junto con el Ejército ruso, pero es una probabilidad segura, sin duda muy preocupante», ha manifestado.
Entre las posibilidades que barajan las autoridades estadounidenses está la opción de que, después de completar el entrenamiento, los militares norcoreanos viajen al oeste de Rusia y posteriormente participen en combate contra el Ejército ucraniano. Sin embargo, Kirby ha señalado que proporcionará más detalles sobre esta situación en los próximos días, puesto que actualmente están monitorizando la situación.
«Si los soldados norcoreanos entran en combate, este desarrollo demostraría la creciente desesperación de Rusia en su guerra contra Ucrania. Rusia está sufriendo bajas extraordinarias en el campo de batalla todos los días, pero el presidente (ruso, Vladimir) Putin parece decidido a continuar esta guerra», ha sostenido.
En este sentido, ha considerado que «si Rusia se ve obligada a recurrir a Corea del Norte para obtener mano de obra, esto sería una señal de debilidad, no de fortaleza, por parte del Kremlin». «También demostraría un nivel sin precedentes de cooperación militar directa entre Rusia y Corea del Norte con implicaciones de seguridad en Europa, así como en el Indo-Pacífico», ha agregado.
Este envío de tropas respondería a la firma del acuerdo alcanzado entre Corea del Sur y Rusia, un tratado que incluye una cláusula de mutua defensa en caso de agresión por parte de terceros. Las conversaciones que desembocaron en este pacto habrían comenzado cuando Sergei Shoigu, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, visitó Corea del Norte en septiembre.