La conferencia internacional sobre el Líbano, que reunió este jueves a más de 70 participantes en París, consiguió recaudar más de 1.000 millones de euros en ayuda humanitaria, de los cuales, 100 millones los aportará el país anfitrión, tal y como lo anunció el presidente francés, Emmanuel Macron.
Este encuentro, organizado por Francia, tenía como principales objetivos reclamar un alto el fuego en Líbano, aportar ayuda humanitaria y reforzar las instituciones del país, debilitadas tras los ataques israelíes de las últimas semanas. Después de anunciar el paquete de ayudas, Macron ha fue contundente con su postura acerca del conflicto: «La guerra entre Israel y Hizbulá debe terminar lo antes posible», e insistió en que, «Israel sabe por experiencia que sus éxitos militares no son necesariamente una victoria en el Líbano».
Macron y su jefe de la diplomacia, Jean-Noël Barrot, quisieron matizar que los 200 millones que se destinarán a las fuerzas de seguridad libanesas se donarán esencialmente para «equipar al Ejército libanés» con el fin de lograr un alto al fuego. «Las armas deben estar únicamente en manos del Ejército libanés y del Estado libanés», afirmó el primer ministro del país de los cedros, Najib Mikati, uniéndose a la petición del presidente francés de un alto el fuego lo antes posible.
Frente a 70 representantes de distintos países, entre los que también se encontraba el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Globales en representación de España, pero en ausencia de Israel e Irán, el jefe de la diplomacia francesa no malgastó la oportunidad para señalar la «fuerte responsabilidad de Hizbulá» en la escalada de tensiones en el territorio.
Francia aprovechó para negar los rumores sobre las posibles discrepancias con Estados Unidos en relación a este conflicto. Barrot señaló que la delegación estadounidense también ofreció una donación de 300 millones de euros, y liberará 96 millones de euros adicionales para hacer frente a la crisis en el Líbano.
En las últimas semanas, la relación entre Israel y Francia se ha enfriado tras los dardos envenenados de Binyamín Netanyahu a Macron, especialmente después de las declaraciones del presidente francés, en las que le recordaba al primer ministro israelí que «su país ha sido creado por una decisión de la ONU».
Una respuesta a la llamada de Naciones Unidas
Para el jefe de diplomacia francés, la conferencia de París es una respuesta al «llamamiento lanzado por las Naciones Unidas» y un anuncio de «contribuciones sustanciales». Además, consideró que la recaudación obtenida durante la jornada se realizó mediante el diálogo y la diplomacia. El objetivo de la conferencia era principalmente reunir fondos para ayudar al millón personas desplazadas por la ofensiva israelí, que ya ha causado 2.500 muertos.
Un paquete de ayudas que Mikati, presente en la conferencia, quiso agradecer y remarcó que regresaba al Líbano con la sensación de que su país «no está solo».
Naciones Unidas estimó que el Líbano necesitaba unos 460 millones, porque el país estaba sumido en una grave crisis financiera e inflacionista antes de que la guerra estallara. Sin embargo, los expertos opinan que la guerra está costando al Líbano unos 20.000 millones de euros.