«Dejo esta reunión con un sentimiento de tristeza y amargura, porque no hemos conseguido evitar que cada día la situación vaya a peor y que más inocentes mueran en el peso del conflicto que hay que detener, y que solamente se detendrá si la Comunidad Internacional deja de lamentarse y pasa al trabajo». Así se ha despedido Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, en su último Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo, que se ha celebrado este lunes en Barcelona y que ha reunido a ministros de Exteriores y representantes de los 43 Estados miembros y al president de la Generalitat, Salvador Illa, con la guerra en Gaza como prioridad, pero de la que han salido sin ningún camino claro hacia la resolución del conflicto.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha coincidido en el llamamiento a «pasar de las palabras a los hechos» para acabar con una situación de emergencia humanitaria para la que dice haberse quedado «sin palabras» para describir. «Hemos mostrado nuestra disposición a hacer todo lo que esté en nuestra mano para aplicar la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que tiene todos los elementos necesarios para estabilizar la situación y para permitir el retorno a sus hogares de los desplazados a ambos lados de la línea azul», según el ministro, que ha pedido avanzar en la aplicación de la solución de los dos Estados, empezando por «una tregua permanente e inmediata» que abra el proceso político.
Presión internacional
La presión a la comunidad internacional parece un primer paso de consenso entre los asistentes, siguiendo el ejemplo de España, anfitrión de esta cumbre, y que ya ha reconocido al estado palestino y que ha suspendido licencias para la exportación de armas a Israel. Albares ha anunciado que «hoy España ha renovado su compromiso con la UNRWA», la organización de Naciones Unidas sobre el terreno en Gaza y ha reiterado su condena a los ataques contra cascos azules.
Borrell, por su parte, ha urgido a «encontrar una solución política para salir de esta situación que cada día lleva a más gente a la desesperación y siembra las semillas del odio que va a agitar a generaciones enteras«. El diplomático comunitario ha enfatizado que la respuesta de Israel no atiende a la «proporcionalidad» ni a las «víctimas colaterales», alegando que siempre hay un terrorista de Hamás dentro de zonas civiles, incluso hospitales, y ha denunciado que la escalada militar israelí «ha cruzado todas las líneas rojas».
Borrell también ha cargado contra el doble rasero de la comunidad internacional que condena los ataques pero omite señalar a quien los causa: Netanyahu y el Ejército israelí es el perpetrador. «Decir que hay ataques a Finul sin decir quién los hace es ocultar parte de la verdad. Quien los hace es el ejército de Israel, por lo tanto hay que condenar al ejército de Israel, no a un ser innominado», ha añadido.
Voces de la región
«No hay en el mundo una frontera más desigual que la del Mediterráneo. No hay un río, ni una montaña, ni un mar, que separe a dos realidades tan diferentes, en sus dinámicas demográficas y en sus niveles de renta», ha señalado Borrell, en referencia a la otra gran crisis, la de las migraciones, que ha quedado en un plano muy secundario en este foro. Así, ha dado paso a los dos representantes de los países árabes que han comparecido en rueda de prensa junto con los dos diplomáticos españoles.
El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores y Expatriados de Jordania, Ayman Safadi, ha enfatizado que la única alternativa a la solución de los dos Estados es «más guerra y apartheid». «Reconozcamos que ya no hay credibilidad de las leyes internacionales», ha dicho Safadi, haciendo incapié en la «impunidad» del gobierno israelí de Binyamín Netanyahu. «Nos reunimos mientras israel sigue perpetrando crímenes contra la humanidad» e «impidiendo que la ONU haga su trabajo», ha añadido.
Por su parte, desde la Unión por el Mediterráneo, su secretario general, Nasser Kamel, ha avisado que la guerra en Oriente Próximo está «reforzando el odio y la venganza» entre los jóvenes «que se ven forzados a enterrar a sus seres queridos día tras días». Además, Kamel se ha reunido esta misma mañana con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que ha recalcado que trasladó la voluntad de la Generalitat de «fortalecer» el liderazgo de Catalunya y Barcelona en el Mediterráneo tanto para avanzar hacia la paz en Oriente Próximo como para la migración o el cambio climático.