Mallorca y Athletic Club firmaron un empate sin goles en una prueba de supervivencia del conjunto bermellón tras la expulsión de Samu Costa en el ecuador de la primera mitad y los goles anulados a los hermanos Williams, para mantenerse empatado a puntos con el conjunto bilbaíno.
No habían transcurrido ni 60 segundos cuando Muriqi ya perdonó una ocasión manifiesta de gol tras un pase desde el lado derecho, pero, con mucho espacio en el corazón del área, lanzó raso y se topó con las piernas de Agirrezabala.
A pesar de ello, el Athletic no se amedrentó y salió a atacar a su rival como ambos técnicos habían advertido en la previa, obligando al cuadro balear a replegarse cerca de su portería y esperar las oportunidades al contragolpe.
La polémica llegó a los diez minutos, cuando en un contragolpe Samu Costa no llegó a un balón dividido y cometió una falta que, en primera instancia, el árbitro Martínez Munuera castigó con tarjeta amarilla, pero recibió la llamada del VAR para una posible expulsión que el colegiado desestimó tras ver repetida la acción.
Sin embargo, el futbolista portugués no se escapó de la expulsión tras otra acción de balón dividido en la que el colegiado sacó la segunda cartulina y dejó al Mallorca con diez futbolistas, obligando a Arrasate a sacar del campo a Cyle Larin para dar entrada a Mascarell en el pivote.
El partido se inclinó hacia la portería del guardameta eslovaco, que no pasó grandes apuros en la primera mitad ante un cuadro bilbaíno que tuvo problemas a la hora de generar ventajas para los hermanos Williams.
Al filo del descanso un balón largo a Iñaki acabó en un pase atrás hacia Nico, que remató de cabeza al fondo de la red, pero vio anulado su tanto porque el envío hacia su hermano mayor había acabado fuera del terreno de juego.
El paso por vestuarios no cambió la dinámica del choque y Arrasate envió un mensaje a sus futbolistas para protegerse añadiendo a Antonio Sánchez en lugar de un Darder desaparecido en el primer acto.
El ‘Txingurri’, viendo el claro dominio de los suyos, añadió más artillería y dio entrada a Berenguer y Djalo, recolocando a Iñaki Williams a la punta de lanza bilbaína para ganar la espalda de los centrales con sus desmarques de ruptura eléctricos.
Por el costado derecho llegó la primera gran ocasión del Athletic en la segunda mitad con un envío al área que peinó Berenguer al segundo palo y no llegó a empujar Iñaki Williams.
La entrada de Ander Herrera refrescó el centro del campo en lugar de Íñigo Ruíz de Galarreta, de vuelta a la que fue su casa, y se llevó una sonora pitada por su participación en la expulsión de Samu.
El trabajo defensivo bermellón se hacía más largo con el paso de los minutos y se encargaba al mejor Maffeo para contener las acometidas desde las bandas de los visitantes, que proseguían en su intento de ponerse por delante.
El Athletic volvió a sembrar el miedo con un centro raso de Yuri que Greif despejó con la mala fortuna de rechazar en Iñaki y entrar en la portería, pero la posición antirreglamentaria del goleador privó de la ventaja a los suyos.
La volvió a tener el Athletic Club con una acción de jugada ensayada tras un centro de Berenguer a pierna cambiada que desvió Morlanes y obligó a rectificar a tiempo al portero bermellón.
La última ocasión de gol fue para Ander Herrera, que mandó un misil desde fuera del área rozando un palo de la portería local.
Tras este resultado, ambos equipos están empatados a 18 puntos en la zona noble de la clasificación.