No se conocían hasta hoy. No se conocían de nada. Justo al acabar el entrenamiento se han citado en el Estadi Johan Cruyff. Terminó Hansi Flick su sesión preparatoria en la ciudad deportiva del Barça, trasladó su idea de que el derbi no debía jugarse por «la tragedia increíble» de la DANA en Valencia y ejerció luego de anfitrión de Manolo González, que minutos antes diseñó los últimos detalles del Espanyol en la ciudad deportiva Dani Jarque y coincidió con su colega. El fútbol ahora no tiene sentido porque «las vidas están antes que el deporte».
Antes de conocerse ambos técnicos coincidieron en que este partido no se debería jugar porque la catástrofe provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana deja sin valor alguno cualquier otra actividad. El fútbol es lo de menos, como recordaron Flick y Manolo.
Ellos, en cambio, posaron luego en la protocolaria foto previa a cada derbi. Más que una foto resulta una tradición que pretende no solo visualizar el ‘fair play’ sino también proyectar una imagen de concordia y buen rollo antes de un Barça-Espanyol en Montjuïc. Un derbi que debería aplazarse este domingo.
Pero ese partido, pese a la opinión contraria de Flick y Manolo González, se acabará jugando. Y es algo nunca visto hasta ahora porque durante unos años fue un Espanyol-Barça. Entonces ,era el club perico quien vivía de prestado en la montaña. Ahora, en cambio, es el conjunto azulgrana el que está habitando de alquilado en el viejo Estadi Lluís Companys.
«Es una tragedía increíble, no solo para Valencia sino para toda España», ha dicho el técnico alemán, recordando que en su país se vivió algo así de «horrible» hace tres años.
«Las vidas deberían estar por encima del deporte y del fútbol», ha recalcado el entrenador del Espanyol. Unidos Hansi y Manolo en la misma idea de que el fútbol es el asunto menos importante de los que hay ahora mismo en España.
Hansi y Manolo mantienen idéntica opinión sobre un partido que no debería jugarse, golpeada Valencia y España por una tragedia que se ha llevado ya a más de 200 personas.
Dos vías distintas
Son ellos, además, dos personajes también radicalmente nuevos en este duelo ciudadano. Han llegado por vías distintas hasta encontrarse este domingo (16.15 h) en la montaña olímpica.
El alemán está viviendo su primera experiencia lejos de su país. Y es el Barça su segundo club tras el exitoso, pero breve paso por el Bayern Múnich. Es un actor nuevo en un derbi que roza casi un siglo de existencia ya que el primero data de abril de 1929 en Les Corts con triunfo culé (1-0, gol de Sastre), aunque la rivalidad se remonta a 1900 con la disputa de un amistoso.
Flick llega, además, embalado porque todo lo que toca -el equipo, la táctica, la conexión emocional con la grada, la gestión del vestuario, el conocimiento de la cantera…– lo convierte en oro. Viene avalado por la semana en que instaló al Barça en el paraíso con un 5-1 al Sevilla, aquel 4-1 al Bayern Múnich que devolvió el respeto perdido al Barça en Europa, y el 0-4 que no solo silenció el Bernabéu sino que también desquició al Madrid y al madridismo, enredando a Mbappé y Vinicius en la trampa del fuera de juego del que todavía no han salido.
A sus 59 años, y tras una carrera en la sombra, siempre ejerciendo como ayudante o pieza secundaria e un cuerpo técnico, Flick disfruta de sus primeros meses en la Barcelona culé, una ciudad a la que ha conquistado con su naturalidad y sencillez.
Capaz como ha sido el alemán de proyectar una imagen conciliadora acudiendo incluso a casa de Xavi, su antecesor, para hablar del Barça, del club, de su vida y del entorno, ese que ni le afecta. No quiere saber lo qué es ni tampoco se deja influir por lo qué representa.
A Manolo González este derbi le supone alcanzar su cima como entrenador, por muy mal que ande el Espanyol. Que mal está porque flirtea con las posiciones de descenso tras sumar solo tres puntos de los últimos 18 en juego. Está mal el club, inmerso en una grave crisis económica, sin margen para fichar este pasado verano.
Un austero Espanyol
Llegaron ocho refuerzos (siete cedidos y uno con la carta de libertad) invirtiendo solo 400.000 euros en lograr el préstamo de Cardona. El club no va bien, el propietario sigue en China, dirigiéndolo a miles de kilómetros, y el equipo no termina de arrancar.
Y a Manolo, un gallego de Lugo cuya familia emigró a Barcelona con tres años, le ha tocado superar todo tipo de obstáculos hasta sentarse este domingo en el banquillo de Montjuïc.
Es un jornalero, que ha transitado primero por el fútbol de barrio (Martinenc, San Gabriel, Martinenc, de nuevo, Gramenet B, Santboià, Montañesa, Poble Sec) hasta que una grave lesión en la rodilla le sacó del césped. Tenía solo 21 años y ya tuvo tiempo hasta para rechazar una oferta del Barça, quien lo quiso incorporar en su cantera siguiendo el olfato de Oriol Tort, el ‘profesor’.
Manolo no quiso y ya de joven, con 16 años, empezó a ser técnico de esos clubs en los que fue futbolista. Martinenc, San Gabriel, Badalona, años en los que era conductor de autobús por el día y entrenador por la tarde-noche, Montañesa, otra vez Badalona, Ebro, Peña Deportiva, Espanyol B…. Y el Espanyol desde marzo de 2024 supliendo a Ramís.
«Toca correr como animales y dejarnos la piel para contrarrestar las cosas buenas que tiene el Barcelona. Me da bastante igual que nos den por muertos, ya me motiva suficiente entrenar al Espanyol como para tirarme a lo que sea»
Hansi y Manolo. Manolo y Hansi. Dos novatos en el derbi más desigual de los últimos tiempos. «Llevo muchos años y las he visto de todos los colores. Un derbi es un partido diferente y se ha de tomar así, este tipo de partidos son así, saldremos a defender nuestro escudo y camiseta con el orgullo que toca», ha dicho el entrenador perico.
«Toca correr como animales y dejarnos la piel para contrarrestar las cosas buenas que tiene el Barcelona, y hacerles daño con fútbol porque tienen cosas buenas pero también puntos débiles como nosotros que hemos de intentar aprovechar», ha comentado Manolo González. «Me da bastante igual que nos den por muertos, ya me motiva suficiente entrenar al Espanyol como para tirarme a lo que sea. Para nosotros lo máximo este año es volver a ganar y tener sensaciones, y salvarnos», ha añadido.
El Barça, un líder que vuela y llena Montjuïc, contra el Espanyol, un equipo errático que busca su identidad. Pero ese partido, como han recordado Hansi y Manolo, no tiene ningún sentido que se juegue este domingo.