El Liverpool recuperó el liderato de la Premier League con la combinación de su victoria sobre el Brighton en Anfield (2-1) y la derrota del Manchester City en la visita a Bournemouth (2-1). Dos puntos separan a los dos primeros de la tabla, cuya posición no peligra cuando termine la 10ª jornada. El Arsenal, por su parte, sigue en crisis y perdió en Newcastle (1-0) en su tercer partido seguido sin poder ganar.
Un gol de Mohamed Salah culminó la remontada del Liverpool avanzada la segunda mitad. Ferdi Kadioglu había adelantado pronto (m 14) a un Brighton que sólo había perdido un partido liguero y que fue mejor en el primer tiempo. El meta Caoimhin Kelleher evitó el 0-2 y Danny Welbeck dispuso de una falta que rozó el poste.
El descanso cambió el guion del encuentro. Reapareció un Liverpool mejorado y más veloz, que dio el vuelco al marcador en el espacio de tres minutos: los que van del 69, Cody Gakpo centró al área un balón que nadie remató (Darwin Núñez no llegó a tocarlo y el meta Bert Verbruggen se vio engañado) al 72, en un contraataque que empezó Curtis Jones y culminó Salah con un tiro preciso a la escuadra.
Un City desmejorado
En una semana recuperaba el LIverpool el liderato que le había arrebatado el City por su empate en el campo del Arsenal. El equipo de Pep Guardiola sufrió la primera derrota de la liga ante el Bournemouth de Andoni Iraola, que también batió a Mikel Arteta hace dos semanas, y cerraba la racha de 32 partidos sin perder del campeón, muy desmejorado.
El Bournemouth exhibió un enorme poderío físico que le permitió jugar con más intensidad que el City, al que arrolló por momentos con su velocidad y su presión adelantada, bien cobijado por su hinchada del Vitality Stadium.
Aguanta Ederson, marca Gvardiol
El aviso de la anterior caída del Arsenal, que ya había sucumbido en Newcastle antes de que el equipo saliera a la cancha, no alimentó con suficiente potencia el ánimo del City, que se sostuvo con las paradas de Edeson para llegar al final del encuentro con aspiraciones de arañar el empate. El ghanés Antoine Semenyo abrió el marcador en el minuto 10, pero el Bournemouth no bajó el pistón, lo que le permitió ampliar la diferencia en la segunda mitad mediante un gol del brasileño Evanilson (m. 64) y buscar el tercero mediante un tiro de Marcus Tavernier al palo y cuyo rechace mandó a las nubes Adam Smith.
No obstante, emergió el indesmayable espíritu del City. En otra tarde aciaga de Erling Haaland, con un doble remate que desbarató Mark Travers y luego el poste, generó una brizna de esperanza Josko Gvardiol con un cabezazo (m. 82) que abrió un final de partido apasionante. La última ocasión fue un tiro de Phil Foden que salió rozando el poste.
Un Arsenal sin soluciones
Sólo el Liverpool aprovechó la oportunidad de distanciarse del Arsenal, con dos derrotas y un empate en las tres últimas jornadas. La mala racha del once londinense, cuarto, puede verse agravada si se ve superado este domingo por el Aston Villa y el Chelsea.
Necesitaba el Newcastle reaccionar, sin victorias desde septiembre, y esa reacción se materializó en el gol del delantero sueco Alexander Isak (m. 12) tras un servicio de Anthony Gordon. El Arsenal no encontró a nadie inspirado. Ni Bukayo Saka ni Mikel Merino, tampoco Kai Kravertz, menos Gabriel Jesus. Y pudo empatar en el tiempo añadido, pero el balón definitivo lo remató Declan Rice, cerca del palo y con muy poco aángulo