El próximo martes se celebrarán las elecciones en Estados Unidos, pero es una incógnita cuándo sabrá el mundo quién es el nuevo presidente norteamericano. Hasta hace cuatro años, en general y como pasa en la mayor parte de países occidentales, el ganador se conocía la misma noche electoral; pero desde 2020, con la pandemia y la generalización del voto por correo, todo ha cambiado. Y más teniendo en cuenta que las encuestas dan esta vez de nuevo un resultado muy ajustado entre los dos candidatos, Donald Trump y Kamala Harris.
Los siete estados que decidirán al nuevo presidente – Georgia, Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Nevada y Carolina del Norte- son los mismos que hace cuatro años se despertaron al día siguiente de las elecciones sin saber qué aspirante se había llevado la victoria en esos territorios. Hubo que esperar hasta el sábado siguiente, 7 de noviembre, para confirmar el triunfo de Joe Biden. ¿Qué posibilidades hay de que vuelva a suceder? A juzgar por las previsiones, bastante elevadas.
La disparidad del sistema electoral –cada estado tiene un amplio margen para decidir sus propias normas, a partir de un mínimo común federal- añade incertidumbre al resultado. Los cuatro periodistas de EL PERIÓDICO que han sido corresponsales en Estados Unidos -la directora adjunta, Gemma Martínez, y Joan Cañete, Martí Saballs y Ricardo Mir de Francia- se ocuparán del análisis de una noche histórica.
GEORGIA
La votación anticipada, abierta hasta el pasado viernes, ha batido récords en Georgia. Y esos votos serán los primeros que se escruten, porque el martes por la mañana los funcionarios del estado empezarán a hacerlo. Aunque en Georgia el recuento suele ser bastante rápido, si el resultado es tan ajustado como el de 2020 –allí ganó Biden con un margen de menos de tres décimas sobre Trump, que nunca ha reconocido su derrota– es posible que el veredicto se demore. Aunque las autoridades no proporcionan datos sobre la filiación de los votantes que eligen adelantar su sufragio, lo habitual en años anteriores es que los primeros resultados, los de las papeletas anticipadas, favorezcan a los demócratas, para ir igualándose después.
ARIZONA
El sistema es complejo tanto en lo logístistico –la papeleta es enorme– como en cuanto al recuento, lo que suele retrasar los resultados varios días. Los votos por correo que llegan el mismo día de las elecciones, que hace cuatro años constituyeron un volumen ingente, se empiezan a contar después del cierre de las urnas, lo que suele retrasar todo el proceso. Además, si la diferencia entre los dos candidatos es inferior al 0,5%, como sucedió en 2020, las leyes del estado exigen un recuento automático de todos los votos.
WISCONSIN
En Wisconsin, donde tampoco se conoce la filiación de los votantes anticipados, la ley no permite recontar las papeletas emitidas antes del día de las elecciones hasta el mismo martes. Eso, y la tardanza de algunos condados que suelen ser bastiones demócratas en ofrecer resultados, puede retrasar que se conozca el ganador del estado.
MICHIGAN
Hace cuatro años, menos de la mitad de los votos de Michigan se habían contado a la medianoche de la jornada electoral. Una nueva ley da a los funcionarios la potestad de comenzar el recuento antes del martes, lo cual se supone que aliviará el embudo que se produjo en 2020, y debería permitir agilizar el veredicto.
PENSILVANIA
Las leyes que impiden recontar los votos llegados por correo hasta el cierre de las urnas provocan un proceso lento, que puede demorarse varios días, como ya sucedió en 2020. Tampoco ayuda el gran volumen de electores que eligen anticipar su decisión.
NEVADA
En Nevada se recuentan las papeletas que lleguen a la administración hasta cuatro días después de las elecciones, siempre que la fecha del matasellos sea del martes o anterior. Eso implica que, en el caso de una contienda igualada como se prevé, el resultado final puede demorarse mucho.
CAROLINA DEL NORTE
Pese a la difícil recuperación tras los estragos causados por el huracán Helene, en Carolina del Norte el recuento suele ser rápido: en 2020, solo un 1% de las papeletas quedó por clasificar después de la noche electoral. El voto anticipado ha batido también récords este año, lo que invita a pensar que no será uno de los estados más problemáticos.
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