“¡Uf!, necesito estar con los míos, necesito volver a casa, necesito comer bien y descansar en casa. Necesito desconectar dos o tres días. Necesito poner punto y final a este periplo interminable por Asia, dos días de relax o desconexión me vendrán de cine. ¡Guau!, antes de la carrera de ayer, estaba un pelín nervioso, más que otras veces, pero he controlado la situación. Nada que ver, ya lo he dicho muchas veces, con la tensión del año pasado, muy, muy complicada de dominar”.
El madrileño Jorge Martín, de 26 años, tiene ya una mano sobre la preciosa torre de los campeones del mundo de MotoGP. Cierto, el orfebre que graba, cada año, el nombre del campeón en la última plaquita de ese trofeo podría, incluso, grabarlo el sábado por la noche de Barcelona, es decir, el 16 de noviembre, a media tarde. Si ‘Martinator’ gana su octava carrera al ‘sprint’, en el Circuit, se proclamará campeón del mundo sin correr, al día siguiente, domingo en Montmeló. Se lo ha ganado. Ha sido más regular que el italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia, actual bicampeón del mundo.
«El domingo, en Malasia, arriesgué en las primeras vueltas, cierto, pero tenía margen, no soy tan tonto. Ahora sí que ha llegado el momento de las matemáticas. Lo tenemos cerca, lo acariciamos, no podemos fallar»
“Creo que ha llegado el momento de pensar en matemáticas, ha llegado el momento de ser listos. No quiero cambiar nada de mi estrategia a nivel de trabajo, ni el viernes, ni el sábado, ni el domingo”, comenta Martín, antes de volar, la noche del domingo, de regreso a España, a Andorra. “En Barcelona, una de mis debilidades es siempre la ‘qualy’. Vale, siempre estoy en las dos primeras filas, pero necesitaría salir en primera línea”.
Martín, que convive en Andorra, entre otros, con su amigo íntimo Aleix Espargaró, cree que es hora de buscar ayuda. “Este año, Aleix ganó la carrera al ‘sprint’ de Barcelona, así que le pediré consejo, pues el tío tiene un don en esa pista”. Ni que decir tiene que Martín estaba muy orgulloso de la carrera que hizo ayer y de su estrategia. “Claro que estoy contento con la carrera que he hecho. He sido muy inteligente y, aunque hoy lo he dado todo, no por el show, obviamente, sino porque quería ganar, he sabido cuándo parar y cuándo conformarme con el segundo puesto”.
Las tres primeras vueltas del GP de Malasia fueron históricas, con un duelo tremendo entre Martín y Bagnaia. “Teníamos los dos la adrenalina a tope: el necesitaba ganar y yo no podía ceder. Seguro que vosotros os pusisteis más nerviosos, fuera, que nosotros. Yo me veía bien, veía que Pecco en las primeras vueltas sufre más que yo y quería ponerme delante, porque sabía que, si estaba delante, él empezaría a sufrir. No he sido capaz de mantener esa primera posición más de media vuelta y he empezado a sufrir”. Martín aseguro que “todo estaba bajo control, claro que estábamos arriesgando, pero teníamos margen de maniobra”.
Alguien recordó los duelos entre los grandes campeones, especialmente entre Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Marc Márquez y ‘Martinator’ se apuntó, encantado, a la reflexión. “Es un orgullo llegar a este punto del campeonato peleando por el título con el actual bicampeón. Es un orgullo tener un rival como ‘Pecco’, porque esto me hace mejor. Tiene mucho valor lo que estamos haciendo y que ‘Pecco’ me lleve al límite y yo aguante, aún más”.
«Aleix ganó, en mayo, la carrera al ‘sprint’ del sábado en Barcelona. El tío tiene un don especial en esa pista, así que, siendo como es amigo mío, le voy a pedir consejo. No me vendrá nada mal, sobre todo para lograr una buena ‘qualy'»
Martín no quiere el título grande por él. O no solo por él. Ni hablar. Quiere premiar a su gente, a su familia, a sus padres, al equipo. “Sé que, si finalmente lo conseguimos, lo celebrarán tanto o más que yo, estoy convencido. Sé que me emocionaré muchísimo si puedo proporcionarles esta alegría. Estamos cerquita de conseguirlo, pero las carreras son impredecibles, lo sabemos”.
Martín cree que haber ganado siete carreras al ‘sprint’ del sábado hasta la fecha, no le convierte en ganador de partida. ¿Por qué?, porque el mes de mayo no tiene nada que ver con el mes de octubre. “Hará más frío que en mayo, cuando ‘Pecco’ me ganó por poco. Él es mejor con calor; yo, con algo de frío, creo que el clima me beneficiará, aunque el frío hace que sea más fácil cometer errores y caerte”.
“¡Me merezco que se acaba ya!”, comenta, entre respuesta y respuesta. Cuando le recuerdas a Martín que, el año pasado, ya llevó a ‘Pecco’ hasta el final, hasta Valencia, el madrileño reconoce que “sí, es cierto pero, el año pasado, pasaron muchas cosas y, la verdad, yo tampoco estaba preparado para ganar. Podría haber ganado, sí, pero no estaba preparado a nivel mental. Ahora lo estoy disfrutando mucho. Hoy, por ejemplo, he disfrutado de la pelea. Sabía que íbamos al límite, pero estaba gozando, y esto es lo importante”.
«La carrera del domingo tuvo un inicio muy vibrante. Fue un buen ‘show ¿verdad?, creo que sufristeis más vosotros, desde fuera, que yo. Yo tenía controlada la situación. Me divertí muchísimo, la verdad. ¿Peligro?, bueno siempre hay peligro»
Bagnaia y buena parte de los responsables de Ducati no entienden cómo se pueden ganar 10 carreras como ha ganado ‘Pecco’ y ni siquiera liderar la clasificación de pilotos. “Si pudiese, le ayudaría a ganar la 11ª si hace falta, con tal de que quedarme pegadito a su colín. Lo importante es el objetivo final”.
Y, no para valorar aún más su temporada, pues no es necesario dada su brillantez y resultados, pero Martín quiso recordar que su rival lleva seis años en MotoGP, está en un equipo oficial y tiene un entorno buenísimo para ganar “Yo tengo un equipo buenísimo de 12 personas que peleamos contra el mundo. Lo estas haciendo de maravilla ¿no?, siete victorias al ‘sprint’, tres triunfos de GP, 15 podios el domingo…no puedo pedir más. Bueno, sí, el título para todos los míos”.
‘Martinator’ reconoce que, tras dos meses fuera de casa, esta última semana “ha sido muy dura a nivel mental”. El madrileño sabe, aunque ya todo el mundo lo proclama campeón (“solo él puede perder el título”), que le queda lo más duro: cerrar el campeonato. “Debo recuperar la energía perdida esta última semana. Ya casi lo tenemos, cierto, pero queda y nunca mejor dicho, el último ‘sprint’, queda lo más difícil. Cuanto más te acercas al final, más difícil se vuelve todo, más mental, así que me prepararé bien, a tope”.
«Queda el último ‘sprint’, nunca mejor dicho. Ya casi lo tenemos, pero queda lo más difícil. Cuanto más te acercas al final, más difícil se vuelve todo, más mental es todo. Tengo que prepararme bien, muy bien, para Montmeló»
Martín no ha cesado de pensar en la gente de Valencia. “Ahora mismo, es muy difícil llenar el vacío que hay en España, en Valencia, por todo lo que ha pasado, pero espero poder llevar, dentro de quince días, un poquito de alegría a sus casas, con la que llenar algo ese vacío. Sé que, en Montmeló, no podrá haber un lleno absoluto, como siempre, pero ¡ojalá! venga mucha gente y podamos celebrarlo, pensando siempre en la gente que sufre”.
Martín correrá, la próxima temporada, con Aprilia, una moto veloz, muy veloz, moderna, sí, técnicamente a la altura de las mejores, pero con una fiabilidad escasa, muy preocupante. Cuando le pregunté si cree que ésta puede ser su última oportunidad para ser campeón, frunció el ceño y, con una pequeña sonrisa, dijo: “¡Ni hablar! ¡Para nada!, me quedan muchos años en MotoGP. Creo que el nivel que estoy demostrando es muy alto, mucho. Veremos qué me depara el futuro”.
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