El director de cine y activista bielorruso Andréi Gnyot, cuyo caso se hizo conocido en agosto pasado tras la denuncia de decenas de artistas por su encarcelamiento en Serbia, ha sido liberado y ya se encuentra en territorio de la Unión Europea. Así lo ha comunicado la comunidad de exiliados bielorrusos y rusos asentada en el país balcánico, en una breve nota enviada a los medios de comunicación.
Termina así, al menos por ahora, la odisea de este joven bielorruso, crítico del régimen de Aleksandr Lukashenko, quien fue detenido en octubre de 2023 al llegar a Serbia, después de que Belgrado accediera a cumplir una orden de arresto internacional de Interpol solicitada por Bielorrusia por presunto fraude fiscal. Esta acción fue considerada desde el principio como una represalia política por parte de los exiliados.
Esto se debe a que la situación de estos exiliados en Serbia –muchos de ellos personas que han abandonado Rusia después de la invasión a gran escala de Ucrania–, es particularmente delicada en el país eslavo. De hecho, a varios de ellos, incluidas familias, se les ha negado la renovación de sus permisos de estancia tras participar en actividades de denuncia de la guerra en Ucrania, lo que interpretan como una forma de intimidación por parte de las autoridades de Serbia, un país con arraigados lazos con las actuales autoridades rusas.
Aun así, la liberación de Gnyot se ha producido después de más de un año de encarcelamiento, al haber expirado el plazo para aceptarse la orden de extradición solicitada por las autoridades bielorrusas tras un rifirrafe judicial en las cortes serbias (una de las sentencias había sido favorable a la solicitud bielorrusa).
Precedente peligroso
Gnyot, quien se encontraba en arresto domiciliario desde junio, había afirmado que las autoridades bielorrusas lo iban a torturar si era extraditado a ese país, y su caso también suscitó la indignación del Comité de Protección de Periodistas (CPJ), que denunció públicamente la situación. «Si Serbia extradita a Gnyot a Bielorrusia, podría sentar un precedente peligroso para la represión transnacional de periodistas por parte de las autoridades bielorrusas y socavar profundamente las aspiraciones de Serbia de unirse a la Unión Europea», llegó a decir Gulnoza Said, coordinadora del programa de Europa y Asia Central del CPJ.
«Si Serbia realmente quiere ser un país candidato a la UE, debe respetar los valores de democracia y derechos humanos del bloque. Las autoridades serbias deben poner fin a estos procesos judiciales infundados y liberar a Gnyot de inmediato», había añadido la directiva de CPJ. Un informe del Departamento de Estado de EEUU de 2023 denunció que los prisioneros en las cárceles de Bielorrusia enfrentan condiciones severas, que incluyen escasez de alimentos y calefacción, hacinamiento extremo y falta de acceso a atención médica básica o de emergencia.