Volvamos por un momento al viernes 25 de octubre, prácticamente anteayer. El Real Madrid dibujaba un horizonte cercano que pasaba por bajar al Barça de su nube en el clásico del Bernabéu; celebrar el triunfo (y el liderato en Liga) dos días después arropando a Vinicius en la entrega del Balón de Oro; y terminar los festejos con una visita a Mestalla marcada en rojo en el calendario por lo ocurrido en las dos temporadas anteriores.
Diez días después de aquella lista de tareas, este martes, el Real Madrid recibirá al Milan en Champions en un escenario muy diferente al imaginado entonces, aquel día que ahora parece tan lejano. El Barça le vapuleó en el clásico, una de esas goleadas que deja herida; el Balón de Oro fue para Rodri Hernández y el Madrid respondió con un boicot a la gala reprochado en todas las esquinas del mundo futbolístico; y, claro, no hubo partido contra el Valencia por el drama que vive toda la provincia valenciana tras la devastadora DANA del pasado martes.
Además, y eso sí era algo previsto, en esta última semana el director general del club, José Ángel Sánchez, ha tenido que declarar ante un juez por las denuncias de los excesos de ruido en los conciertos celebrados en el Santiago Bernabéu. No, no ha sido una buena semana para un Real Madrid que, eso sí, ha recibido un aplauso unánime y merecido por su donación solidaria de un millón de euros a las víctimas de la DANA en Valencia.
A nueve puntos del Barça
La suspensión del partido contra el Valencia, además, deja al Real Madrid a nueve puntos del Barça en la clasificación. Una brecha engañosa, claro, pero que amenaza con extenderse en el tiempo. Entre otras cosas, porque el calendario apenas tiene huecos para realojar ese duelo. Como pronto, salvo eliminación prematura en Copa del Rey de ambos, la primera fecha libre es el 11-12 de febrero.
Y eso si el Madrid consigue acabar entre los ocho primeros en la liga regular de la Champions que se ha estrenado esta temporada. Es muy plausible que lo logre, pero la realidad es que, después de tres jornadas (son ocho en total), el equipo de Ancelotti es 12º en la tabla, pagando el inesperado tropiezo frente al Lille.
Vuelve Rodrygo
La noticia positiva para el Real Madrid es que estos 10 días sin competición le han servido para que los futbolistas más castigados por la acumulación de minutos, como Fede Valverde, recuperen fuerzas. También para que Rodrygo ultime su recuperación, liberando una enfermería en la que todavía se encuentran un Alaba que no termina de recuperarse de su lesión de rodilla, Courtois y, por descontado, Carvajal.
Pero, más importante que lo físico, estos días han servido a Carletto para poder reflexionar con calma sobre el Real Madrid que quiere disponer en lo que queda de temporada, más de dos tercios aún. El añadido de Mbappé ha restado jerarquía en el juego a Bellingham y el vacío de Kroos continúa sin tener una solución. Por no hablar del agujero que deja en la defensa la grave lesión de Carvajal, las dudas con Alaba y la marcha no repuesta de Nacho en verano.
El calendario solo fija dos encuentros antes del parón de selecciones de noviembre. Tras el duelo de este martes contra el Milan, el sábado le tocará a Osasuna visitar el Bernabéu. Un rival que ya sorprendió al Barça, protagonizando la única derrota azulgrana de lo que va de Liga. Todo lo que no sean dos victorias supondría la apertura de una crisis, si es que no la hay ya, en el Real Madrid. Lo impensable el 25 de octubre, la realidad apenas 10 días después.