Se tomó el Barça un descansito en la segunda mitad del derbi, reconoció Hansi Flick, y el regreso a la Champions obliga al equipo a reactivarse. Le ayudará mucho el Estrella Roja, que «luchará como un león», anunció Vladan Milojevic, su entrenador, que también prometió «un ambiente único» en el estadio, el antiguo Maracaná (en alusión a su capacidad, uno de los más grandes de Europa), hoy llamado Rajko Mitic, célebre exjugador del Estrella Roja.
De ello sólo puede dar fe Dani Olmo. Por proximidad. Conoce el percal y los ambientes futbolísticos de los Balcanes. El mediapunta recaló en el Dinamo de Zagreb de Croacia al abandonar la cantera azulgrana hace diez años. Antiguamente era el gran rival del Estrella Roja cuando ambos equipos pertenecían a la extinta Yugoslavia. Seguirá siendo un enemigo señalado y más ahora, que vuelve convertido en el futbolista con mejor promedio de goles por minuto. Olmo ha anotado 5 en los 284 minutos repartidos en seis partidos: uno cada 56 minutos.
De líder a líder
Flick está convencido de que el lapsus ante el Espanyol ha terminado, igual que se cierran los paréntesis. «Dije al equipo que el derbi ya acabó. Hemos tenido un buen rendimiento durante meses, pero he sido jugador y sé lo que pasa cuando ganas 3-0 y lo ves todo fácil», aseguró.
El conjunto serbio marcha líder en su liga, con números parejos a los del Barça: 11 victorias y un empate (11 y una derrota el cuadro barcelonista), con 43 goles a favor y 8 en contra (40 y 11, los azulgranas, respectivamente). Europa pone a cada uno en su nivel. El Estrella Roja ha perdido los tres partidos (dos fuera y en casa con el Benfica) y el Barça cayó en Mónaco, tropiezo reparado luego con las goleadas al Young Boys y, sobre todo, al Bayern Múnich en Montjuïc.
«Dije al equipo que el derbi ya acabó. He sido jugador y sé lo que pasa cuando ganas 3-0 y lo ves todo fácil»
La imprevisible competición que se ha estrenado esta temporada amplia el margen de error (la liguilla ha pasado de seis a ocho partidos), pero los equipos no tienen referencias porque no compiten en un grupo, sino en un torneo abierto. Los participantes saben que si quedan entre los 24 primeros siguen en liza, pero terminar entre los 8 primeros ahorra una eliminatoria y brinda la condición de cabeza de serie para las eliminatorias. El Barça es décimo.
«El objetivo es quedar entre los ocho primeros», admitió Flick, huyendo de especulaciones sobre cuántos puntos serán necesarios para avanzar. «Esto fluctúa mucho; hay que centrarse en ganar y luego ya veremos», analizaba el técnico alemán, rechazando la euforia de situar al Barça entre los favoritos al título.
Fermín y la familia
«Hay muchos equipos fantásticos que sueñan con lo mismo. Hay que trabajar duro, queda mucho trabajo por hacer», replicaba. Flick elude las perspectivas del futuro y huye de las comparaciones con el pasado. Aunque la mayoría sirvan para subrayar la evolución del Barça.
Casi todos sus pupilos lo han reconocido. El último fue Fermín López. «Hemos mejorado mucho, y somos prácticamente los mismos», decía Fermín con cierta perplejidad. Atribuyó el mérito al técnico y apuntó la importancia de la conexión que han establecido los jóvenes entre ellos: «Somos una familia y en el campo se ve».
«Viene el mejor equipo de Europa, un equipo que está absolutamente en su mejor momento en todas las fases del juego»
Flick, en cambio, otorga la progresión en el trabajo realizado. «Antes de llegar analizamos a cada jugador y al equipo en su conjunto. Vimos que había mucha calidad y que podíamos apostar por pequeños cambios en el juego. A los jugadores les ha gustado, se sienten bien y los resultados nos han ayudado», era el análisis del entrenador.
Milojevic, el técnico rival, se mostró admirado: «Viene el mejor equipo de Europa, un equipo que está absolutamente en su mejor momento en todas las fases del juego».