La industria tecnológica de Estados Unidos empieza a prepararse para una nueva era bajo la presidencia de Donald Trump. Desde Mark Zuckerberg (Meta) a Jeff Bezos (Amazon) o Tim Cook (Apple), los magnates de Silicon Valley han salido en tromba poco después de confirmarse la rotunda victoria republicana sobre Kamala Harris para tender la mano al nuevo presidente electo del país.
Con esa maniobra, los directivos de las grandes empresas tecnológicas tratan de posicionarse favorablemente ante una administración que puede otorgarles suculentos contratos federales y que determinará el rumbo de tecnologías sensibles como los semiconductores, la inteligencia artificial (IA) o la computación cuántica, estratégicas para Washington en su competición global con China.
El segundo mandato trump puede estar marcado por la desregulación de campos como la IA o las criptomonedas, pero también por cierta oposición a la concentración de poder de esas compañías. Tanto Trump como el vicepresidente electo J.D. Vance han criticado los abusos monopolísticos del sector, si bien es incierto qué grado de agresividad adoptarán.
Según un análisis realizado por la red OCR, un 13% de los 100 directores ejecutivos más influyentes de EEUU han valorado públicamente los resultados de las elecciones presidenciales en las que Trump se impuso ayer. Todos menos uno forman parte del sector tecnológico.
Ninguno ha tenido más peso en el triunfo trumpista que Elon Musk, propietario de Tesla, SpaceX y X (o Twitter). El hombre más rico del planeta ha sido el gran aliado de Trump este 2024, regando su campaña con más de 118 millones de dólares. Esa apuesta podría traducirse en un cargo dentro del próximo Gobierno estadounidense o en una posición de influencia desde el exterior.
Temor a represalias
Más allá de Musk, otros grandes nombres de Silicon Valley se han ofrecido a colaborar con Trump. Pocos apoyos son más significativos que el de Mark Zuckerberg, fundador y director ejecutivo de Meta, el gigante de las redes sociales que controla Facebook, Instagram y WhatsApp. «Tenemos grandes oportunidades por delante como país», ha señalado en una publicación en Threads. Aunque en el pasado había apoyado causas liberales, ‘Zuck’ mantuvo el silencio durante la campaña electoral y prometió «ser neutral» para no empeorar su ya tensa relación con Trump, a quién inclusó alabró tras su intento de asesinato.
La estrategia de entendimiento adoptada por Silicon Valley es habitual ante cualquier cambio presidencial. Sin embargo, en esta ocasión las compañías también se están curando en salud ante el temor de posibles represalias. Según Axios, Trump ha tomado nota de las empresas que le han perjudicado o que han apoyado a Harris. A Zuckerberg, por ejemplo, le advirtió así en un libro: «Le estamos vigilando de cerca, y si esta vez hace algo ilegal pasará el resto de su vida en la cárcel».
Por su parte, el fundador del gigante del comercio electrónico, Jeff Bezos, ha descrito el triunfo de Trump como «extraordinaria remontada política y victoria decisiva». No sin polémica, el multimillonario también propietario del Washington Post decidió la semana pasada vetar la publicación de un editorial en el que el prestigioso periódico capitalino pedía el apoyo a Kamala Harris y los demócratas. Durante el primer mandato trumpista, Bezos denunció que la administración había dado un trato de favor a su rival Microsoft.
Colaboración y entendimiento
El primero en felicitar al líder conservador ha sido Andy Jassy, consejero delegado de Amazon. «Esperamos trabajar con usted y su administración en temas importantes para nuestros clientes, empleados, comunidades y país», ha señalado en una publicación en LinkedIn.
La mayoría de directivos de Silicon Valley, cuna de la industria tecnológica estadounidense, han repetido una misma fórmula de entendimiento. «Estamos en una edad de oro de la innovación estadounidense y estamos comprometidos a trabajar con su administración para ayudar a llevar los beneficios a todos», ha apuntado Sundar Pichai, director ejecutivo de Google.
«Estamos deseando colaborar con usted y con su administración para impulsar la innovación», ha añadido Satya Nadella, director general de Microsoft.
«Estamos deseando colaborar con usted y con su administración para ayudar a garantizar que Estados Unidos siga liderando y siendo impulsado por el ingenio, la innovación y la creatividad», ha señalado Tim Cook, de Apple.
Otros directivos como Pat Gelsinger, de Intel, Chuck Robbins, de Cisco, o Michael Dell, de Dell Technologies, han remado en esa misma dirección.
Más original ha sido Sam Altman, cofundador y director ejecutivo de OpenAI, la ‘startup’ responsable de ChatGPT. «Felicidades presidente Trump. Le deseo un gran éxito en el cargo (…) Es de vital importancia que Estados Unidos mantenga su liderazgo en el desarrollo de una IA con valores democráticos».