La reciente salida de medios como ‘The Guardian’ y ‘La Vanguardia’ de X (anteriormente Twitter) ha reavivado el debate sobre la influencia y la toxicidad de la red social de Elon Musk. Estos medios argumentan que X se ha convertido en un caldo de cultivo para la desinformación, la extrema derecha y la vulneración de los derechos humanos, planteando la necesidad de buscar alternativas que prioricen la veracidad, el respeto y el diálogo constructivo. Este éxodo, sumado al apoyo explícito de Musk a Donald Trump durante las elecciones estadounidenses, nos lleva a preguntarnos: ¿qué futuro le espera a X? ¿Existen alternativas viables? ¿Son estas alternativas realmente mejores?
El algoritmo de la controversia
La transformación de X bajo el mando de Musk ha sido objeto de numerosas críticas. El magnate ha admitido que manipula el algoritmo para favorecer la visibilidad de ciertos contenidos, priorizando aquellos que generan mayor tiempo de permanencia en la plataforma, lo que a su vez se traduce en mayores ingresos publicitarios. Esta práctica, según expertos como Albert Cuesta, periodista especializado en tecnología, ha contribuido a la proliferación de contenido tóxico y a la invisibilización de fuentes acreditadas que no generan tanta interacción, avanza naciodigital.cat.
Sin embargo, Cuesta también argumenta que la responsabilidad de la toxicidad en X recae en parte en los propios usuarios, quienes en su mayoría no utilizan las herramientas disponibles para filtrar y bloquear contenido ofensivo. La elección de mantener la cronología dictada por el algoritmo, en lugar de la pestaña «Siguiendo», expone a los usuarios a una mayor cantidad de contenido tóxico.
Libertad de expresión vs. responsabilidad empresarial
Susana Pérez Soler, periodista y experta en redes sociales, considera que la indignación por la deriva de X es ingenua. Argumenta que, como empresa privada, X tiene la libertad de operar según sus propios criterios, amparada por la libertad de expresión. La responsabilidad, según Pérez, recae en los usuarios, quienes deben decidir si continúan utilizando la plataforma o buscan alternativas.
El éxodo mediático: ¿postureo o oportunidad?
Aunque Pérez Soler considera la salida de ‘The Guardian’ y ‘La Vanguardia ‘como una decisión «oportunista», coincide con Cuesta en que este movimiento puede ser positivo a largo plazo. La marcha de estos medios podría abrir un espacio para la moderación y el diálogo constructivo en X, además de beneficiar a los propios medios en términos de reputación y tráfico web.
Cuesta ve esta situación como una oportunidad para que los medios de comunicación fortalezcan sus propios canales de comunicación, como newsletters, aplicaciones móviles y grupos en plataformas como Telegram o WhatsApp, estableciendo una conexión más directa con su audiencia. Este cambio de enfoque podría impulsar un modelo de negocio menos dependiente de los clics y más centrado en la fidelización de la audiencia.
Explorando las alternativas
Si la tendencia de abandono de X continúa, existen varias alternativas que buscan ofrecer una experiencia más saludable y constructiva en el ámbito de las redes sociales.
- Mastodon: Esta plataforma descentralizada, basada en software libre, se organiza en comunidades independientes interconectadas. La moderación está a cargo de los propios usuarios, lo que facilita el control del contenido tóxico. Mastodon se financia mediante donaciones, patrocinios y subvenciones, y ha rechazado ofertas de compra, manteniendo su independencia.
- Threads: Vinculada a Instagram, Threads cuenta con una base de usuarios considerable. Permite publicaciones más largas que X y ofrece foros de discusión para fomentar la interacción entre usuarios. A diferencia de X, Threads prioriza la relación entre los contenidos y su supervisión.
- Bluesky: Creada por un ex ingeniero de Twitter, Bluesky también apuesta por la descentralización, otorgando mayor autonomía a los usuarios. A pesar de su compromiso inicial con la moderación, su fundador abandonó el proyecto por considerar que estaba siguiendo el mismo camino que X.
El futuro de las redes sociales
A pesar de la existencia de estas alternativas, Pérez Soler se muestra escéptica sobre su capacidad para destronar a X, argumentando que carecen de la masa crítica de usuarios que ostenta la plataforma de Musk. El futuro de X, y del panorama de las redes sociales en general, dependerá en gran medida de la evolución de las preferencias de los usuarios y de la capacidad de las plataformas alternativas para ofrecer una experiencia realmente diferente y atractiva. Es probable que X continúe su deriva hacia la derecha, mientras que las alternativas luchan por consolidarse como espacios de diálogo constructivo y respetuoso. La elección, como siempre, está en manos de los usuarios.