La sanidad en Estados Unidos estará en manos de un antivacunas. El presidente electo Donald Trump anunció este jueves que Robert F. Kennedy Jr. será el nuevo Secretario de Salud y Servicios Humanos, una elección polémica que inquieta a la comunidad médica y que ha renovado el interés en todas las teorías de la conspiración que abandera.
RFK Jr. forma parte de una de las dinastías más influyentes de EEUU. Su tío fue el expresidente John F. Kennedy y su padre, el ex fiscal general Robert F. Kennedy, ambos demócratas y asesinados. Durante gran parte de su carrera, el elegido por Trump fue abogado de una organización medioambiental sin ánimo de lucro, posición desde la que denunció la contaminación de los ríos y defendió el uso de energías renovables. Eso le llevó a enfrentarse a la multinacional biotecnológica Monsanto por el uso de herbicidas y a ganarla en los tribunales.
Kennedy Jr. y su equipo han asegurado que «las grandes corporaciones han secuestrado nuestras agencias gubernamentales» y que los funcionarios públicos «tienen interés en el envenenamiento masivo del público estadounidense». Por eso, han prometido transformar el sistema de salud pública y cerrar algunas de las agencias que supervisan la aprobación de medicamentos, la seguridad alimentaria y la vigilancia de enfermedades. También han asegurado que eliminarán el uso de productos químicos para la alimentación, así como de pesticidas y cultivos modificados genéticamente, propuestas que el sector agricultor estadounidense rechaza. Eso si el Senado, controlado por los republicanos, le confirma en el cargo.
Conspiraciones
Aunque su trayectoria como jurista es extensa y reputada, durante los últimos años Robert F. Kennedy Jr. ha abrazado todo tipo de conspiraciones más o menos llamativas, un giro que se acentuó tras la irrupción en 2020 de la pandemia del covid. Además de la que acusa a Washington de «envenenar» a la ciudadanía, estas son algunas de sus posiciones más controvertidas.
Una de sus grandes obsesiones es creer que las vacunas causan autismo, una teoría rechazada ampliamente por la comunidad científica, que no ha encontrado vinculación alguna entre ambas. Aun así, Kennedy Jr. asegura que el Gobierno lo sabía pero «permitió a sabiendas que la industria farmacéutica envenenara a toda una generación de niños estadounidenses», según escribió en 2006 en la revista Rolling Stone.
El nuevo Secretario de Salud y Servicios Humanos ha dicho en público que EEUU «invirtió cientos de millones de dólares en microbios étnicamente dirigidos» y que el Covid-19 está orientado «a atacar a caucásicos y negros», mientras que «las personas más inmunes son los judíos asquenazíes y los chinos». También que la pandemia fue un «problema de armas biológicas», si bien no hay pruebas que apoyen esa extendida afirmación entre círculos conservadores.
Kennedy Jr. ha dicho falsamente que la vacuna contra el coronavirus es la «más mortífera jamás fabricada», afirmación desmentida por los organismos de salud pública y por la comunidad científica, que constata que es segura y eficaz y que ha contribuído a salvar millones de vidas en todo el mundo.
El nuevo aliado de Trump también acusó al ex asesor médico de la Casa Blanca, el doctor Anthony Fauci, de exagerar la pandemia para promover las vacunas, un «golpe de Estado histórico contra la democracia occidental» en la que, según su teoría, también habría participado el multimillonario Bill Gates, cofundador de Microsoft.
A lo largo de los años, Kennedy Jr. ha promovido todo tipo de tratamientos polémicos o directamente desacreditados. Por ejemplo, ha fomentado beber leche cruda sin pasteurizar, si bien esta contiene bacterias peligrosas como la salmonella o la listeria. También ha recomendado tomar fármacos como la ivermectina o la hidroxicloroquina contra el covid, si bien las autoridades sanitarias no lo han autorizado al considerarlas «ineficaces» y «peligrosas» para la salud.
Kennedy Jr. también ha relacionado los tiroteos masivos en escuelas de EEUU con fármacos antidepresivos, una correlación científicamente inexistente. «Antes de la introducción del Prozac, no teníamos casi ninguno de estos sucesos», dijo en una charla con Elon Musk.