El gremio de los transportistas españoles ha pedido al Gobierno central, a Francia y a la Unión Europea que intervengan para que no se vean afectados por las protestas agrícolas previstas para los próximos días en la frontera gala y que se respete su derecho a la libre circulación. Tanto la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) como la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte (Fenadismer) han hecho esta petición tras conocer que los sindicatos agrícolas franceses están preparando acciones en las carreteras.
En concreto, la CETM tiene constancia de una concentración el próximo martes en el peaje de Le Boulou (en La Jonquera) donde se realizarán acciones de ‘filtrado’ que entorpecerán el tránsito de camiones extranjeros, en especial los de transporte internacional que se dirijan hacia y desde España. Además, les consta otras protestas similares en lugares «estratégicos» de la red de carreteras por lo que el transporte de mercancías «corre el riesgo de quedar bloqueado».
La CETM ha expresado en un comunicado su «más profunda» preocupación por el impacto que estas acciones tendrán sobre el transporte de mercancías por carretera, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los conductores y la integridad de las mercancías y vehículos. Estos bloqueos representan, «una vez más, un serio obstáculo para el libre comercio entre países y suponen un incumplimiento del derecho a la libre circulación de viajeros y mercancías».
Medidas del Gobierno francés
Por eso, ha exigido a las autoridades francesas que tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los conductores y la continuidad del transporte de mercancías en la red de carreteras de su país. Del mismo modo, han pedido al Gobierno de España y a las autoridades comunitarias a que intervengan en defensa de los intereses del sector. Además han pedido a los agricultores franceses que realicen sus reivindicaciones sin dañar al sector del transporte.
En una línea parecida, el secretario general de Fenadismer, Juan José Gil, ha pedido a España, Francia y la Unión Europea que se garantice el derecho «fundamental» a la libre circulación de mercancías. Gil ha asegurado respetar «cualquier tipo de movilización de cualquier colectivo» y de sus reivindicaciones «legítimas» pero «no a costa de impedir el derecho al trabajo del resto de sectores». Ha lamentado que estas protestas acaben «siempre» focalizadas sobre los transportistas.
