Repito: no me extraña, lo más mínimo, que Florentino Pérez esté dándole vueltas a prescindir de Vinicius Júnior, lo dije, lo intuí, lo escribí hace mucho tiempo. Antes pensaba en el PSG y, ahora, se lo entregará en bandeja a Arabia Saudí.
Y expliqué que Toni Kroos, el sensato Toni Kroos, el veterano Toni Kroos, el capitán (de verdad) Toni Kroos, fue de los primeros en contarle al ‘ser superior’ que ese chico, siendo como es uno de los mejores futbolistas del mundo, no es un jugador para el Real Madrid, no es un futbolista que pueda representar al Real Madrid, no está a la altura de la categoría e historia del Real Madrid. Es decir, que el Real Madrid ¡jamás! será el Real Madrid de Vinicius Júnior.
A ‘Vini’ le encanta el papel que está jugando en el fútbol actual. No me creo eso de que sufre mucho. Pienso que hace ya mucho que ha decidido ser el protagonista, no ya de su particular historia de la nada a la cima (ejemplar), sino de una película, de una serie, de un documental alrededor del papel que juega como futbolista y como ‘prota’ de la lucha contra el racismo. Lo tiene claro. Le ayuda mucha gente y él va pregonando su viacrucis allá donde juega y por donde pasa.
«Esto no tiene relación con el racismo. En el fútbol, el racismo se aborda de manera completamente distinta. Vinicius Júnior provoca, él mismo, con este tipo de acciones, que no debería hacer»
El Venezuela-Brasil de ayer (1-1), en el estadio Maturín, fue, de nuevo, otro escenario ideal para que Vinicius Júnior volviese a demostrar que ha superado ya la fase de ser un gran futbolista (incluso fallando un penalti decisivo, el que hubiese podido significar la victoria de Brasil) para convertirse en un personaje al que todo el mundo empieza a tener manía y, sobre todo, un muchacho que ha equivocado su papel en esta vida.
Además de fallar un penalti, ‘Vini’ provocó, con una escena teatral la expulsión (se llevó las manos a la cara y se tiró al suelo tras recibir, ni siquiera un manotazo, una caricia, un roce, sin más), en el minuto 86, del venezolano Alexander González. ‘Vini’ fue, sin duda, junto a la prodigiosa falta de Raphinha, que supuso el 0-1, de los pocos buenos, buenos, de Brasil, pero su comportamiento, su actitud, su manera de seguir siendo un inadecuado protagonista del fútbol, volvió a reportarle críticas de todo el mundo.
“Esto no tiene relación alguna con el racismo”, comentó el exseleccionador brasileño Vanderlei Luxemburgo, extécnico también del Real Madrid (2004), tras asistir al comportamiento de su compatriota. “En el fútbol, el racismo se aborda de manera completamente distinta (…) Vinicius Júnior provoca, él mismo, esa persecución con acciones que no debería hacer”.
«Vinicius Júnior no consiguió el Balón de Oro y, ahora, se ha propuesto ganar un Óscar al mejor actor», escribe Alex (fan) en X, criticando la teatralidad del madridista, que provocó la expulsión del venezolano Alexander González
Al polémico (y excepcional, futbolísticamente hablando) Vinicius Júnior le han llovido las críticas desde su propio país. “Vinicius Júnior na seleçâo é bagre” (feo, frío, no aporta nada), escribe un aficionado brasileño. “¿Ese es el brasileño que quería ganar el Balón de Oro?”, cuenta otro en X. “Lo haré 10 veces si es necesario. No están preparados”, relata, con ironía, Andru en redes, recordando la frase que el madridista escupió a la cara de los 100 periodistas que escogieron a Rodri por delante de él en la reciente votación del Balón de Oro.
“Vinicius Júnior no consiguió el Balón de Oro y, ahora, se ha propuesto ganar un Óscar al mejor actor”, sentencia Álex (fan) en X, en clara referencia a la inmensa teatralidad del madridista (y muy efectiva, pues Alexander González recibió la roja directa del colombiano Andrés Rojas).
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