El Barça que nunca imaginó Hans Gamper ha cumplido 125 años. No podía imaginar el fundador que aquella convocatoria que publicó en la revista Los Deportes en octubre de 1899 para encontrar jóvenes que quisieran jugar a fútbol se convertiría en una brillante entidad polideportiva de reconocimiento mundial que celebró el aniversario de su fecha fundacional (29 de noviembre) en el Liceu.
Podría decirse que todo el Barça se reunió en el emblemático coliseo musical sino fuera porque el club, hoy, es inmenso. «El Barça es el eje emocional de nuestras vidas y eso se transmite de padres a hijos, como nos han transmitido a nosotros», dijo Joan Laporta, tratando de reforzar la emotividad de una gala con más tics de formalidad que de entusiasmo y en la que el dirigente adquirió mucho protagonismo. El que más.
Ausencias y presencias
Mucho se había hablado de las ausencias, que estorbaron el acontecimiento. Habían llenado tanto con su presencia en la historia del Barça que su vacío en la platea fue indisimulable, apenas compensado con vídeos, la moderna y fácil fórmula de comunicación para quedar bien.
Habían compromisos adquiridos de distinta índole, desconocidos los que usó Lionel Messi para quedarse en Miami, comprensibles los de Pep Guardiola, aturullado por los seis partidos sin ganar del Manchester City, solidarios los de Carles Puyol en Sudamérica, académicos los de Andrés Iniesta, que estudia para ser entrenador, atada Aitana Bonmatí con la selección española. También faltó el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en el Congreso del PSOE. Pasó y se hizo la foto Jaume Collboni, el Alcalde de Barcelona, con butaca en el concierto solidario para Valencia en el Sant Jordi.
Este Barça se ha construido parcialmente sobre tres familias extranjeras que marcaron puntitos (¿puntazos?) de inflexión en la trayectoria. Los suizos Gamper, los húngaros Kubala y los neerlandeses Cruyff, presentes en platea, rodeados de culés de todas las generaciones y procedencias, deportistas y del ámbito civil, participantes también de la historia pasada y de la vida cotidiana barcelonista.
Deferencia a Koeman y Xavi
Ya se sabe que el Barça ha sido lugar de desencuentros que tal vez aún perduren, pero la ocasión merecía que se juntaran todos los presidentes y destacados dirigentes del Barça. O que Laporta tuviera una deferencia hacia Xavi y Koeman, más allá de su significativa aportación a la entidad, por ser los dos entrenadores que ha despedido en su segundo mandato. Valoró los títulos que consiguieron ambos en este crítico periodo de penurias económicas.
La gala empezó con la aparición de un sosías de Hans Gamper (Pep Anton Muñoz) que dio el testigo a Laporta. El presidente hilvanó un discurso donde imaginaba que «los visionarios fundadores» habían sido capaces de divisar las sucesivas épocas hasta la actualidad. Hasta tener, asimismo, «el mejor equipo femenino del mundo». Un parlamento entusiasta y apasionado que interrumpía cuando le embargaba la emoción.
«El lugar sagrado» de Infantino
La fiesta del aniversario, se enfocó en un formato de programa televisivo trufado de entretenimiento para que no aburriera, con vídeos –Gianni Infantino, presidente de la FIFA, dio la enhorabuena y dijo: «El Camp Nou y la Masia son lugares sagrados»–, intervenciones de los humoristas Toni Albà y Jordi Ríos imitando a Cruyff y Rexach y música.
Al escenario subieron Alexia Putellas y Lamine Yamal y Gavi cuando se descubrió la mascota: Cat, un gato montés. Joan Dausà cantó el himno al piano y se interpretaron en directo las tres piezas seleccionadas para ser la canción del aniversario. Venció con un 63% L’escut al pit de Xavier González-Costa. El primer equipo se marchó diez minutos antes de acabar y las leyendas de todos los tiempos subieron a soplar las velas del pastel. No faltaba nadie ahí.