Dos goles de Oihan Sancet, ambos en la segunda parte tras salir del banquillo, revolucionaron al Athletic Club de Bilbao y dejaron sobre la lona al Rayo, que se adelantó en el marcador por medio de Randy Nteka en la primera parte pero acabó sufriendo su tercera derrota consecutiva.
Ernesto Valverde realizó seis cambios respecto al equipo que ganó por 3-0 al Elfsborg hace tres días, incluida la portería, para la que siguió apostando por Julen Agirrezabala en lugar de Unai Simón, que reapareció esta semana en Liga Europa tras cuatro meses y medio de baja por la lesión de muñeca de la que fue operado tras la Eurocopa.
Para el ataque pura dinamita en el Athletic con Nico e Iñaki, los hermanos Williams, y Gorka Guruceta, aunque los tres pasaron un poco desapercibidos en la primera mitad gracias al buen hacer de la defensa rayista, que supo frenarlos con eficacia.
La que sí disfrutó mucho en los primeros compases fue la afición del Rayo, que celebró el gol de su equipo a los 13 minutos cuando Aitor Paredes cedió mal a Agirrezabala un balón y Randy Nteka, muy atento, aprovechó para llegar antes que el portero vasco y levantar el esférico hasta el fondo de las mallas.
El Rayo respiró aliviado con el gol y el Athletic trató de buscar la igualada con más intención que acierto y con varios disparos lejanos de Nico Williams, Yuri Berchiche y Mikel Jaureguizar que se marcharon fuera.
El descanso le vino bien al conjunto rojiblanco, que refrescó ideas y comenzó a ganar metros sobre el área del Rayo, al que se le empezó a hacer largo el partido sin encontrar la forma de hacer daño a su rival con la velocidad de sus extremos, Isi Palazón y Álvaro García, que no tuvieron demasiada verticalidad.
La mejoría del Athletic se completó con los cambios y la entrada a los 56 minutos de Unai Gómez, Sancet y Oscar de Marcos le vino bien, cambiando la cara por completo de su equipo y descolocando al Rayo, que perdió el control del balón y a nivel ofensivo se mostró inoperante.
Fruto de esa mejoría llegó el empate del Athletic, obra de Oihan Sancet, que aprovechó un centro al segundo palo de Nico Williams para, con un remate cruzado dentro del área a la carrera, batir por bajo con la pierna derecha a Batalla.
El mismo protagonista, Sancet, marcó el segundo poco después cuando recogió un balón en la frontal y se sacó un latigazo cruzado al palo derecho de Augusto Batalla que fue imposible de parar para el portero argentino.
Ese gol fue un mazazo para el Rayo, que se hundió sin encontrar la forma de hacer daño al Athletic, bien plantado sobre el césped. La única ocasión en la que pudo marcar fue un disparo de falta de Florian Lejeune que despejó bien a córner Agirrezabala ya cumplido el minuto 90.
Con esta victoria el Athletic se sitúa cuarto con 26 puntos, a seis de la tercera plaza del Atlético de Madrid, mientras que el Rayo, con 16, se queda tres por encima del descenso.