Tras tres partidos consecutivos sin ganar, el Barça está obligado a reaccionar en Mallorca. Después de sumar solo un punto de nueve posibles, Hansi Flick ha pedido a su equipo una victoria para atenuar esa minicrisis que ha dejado un horrible noviembre liguero, donde solo ha sumado un punto de nueve posibles.
El técnico alemán ha dejado claro que no tocará nada en la portería. Sigue siendo Iñaki Peña el portero titular, a pesar de la fragilidad defensiva que ha transmitido el Barça encajando cinco goles en las tres últimas jornadas.
A Szczesny le toca, por lo tanto, esperar, mientras Flick recupera a Marc Casadó, una vez cumplido ante el Las Palmas el partido de sanción que recibió por su tarjeta roja de Vigo. Y, al mismo tiempo, podrá el entrenador azulgrana alinear a Dani Olmo, que tampoco jugó ni un solo minuto el pasado sábado en Montjuïc.
«Está de vuelta y preparado para ser titular», llegó a anunciar Flick. Y lo ha echado mucho de menos en este inicio de temporada porque apenas lo ha podido usar. Ni al 30% de minutos posibles ha jugado Olmo por diversas razones. Primero porque no estaba inscrito y luego por una lesión muscular, que le tuvo más de un mes de baja.
No quiso Flick arriesgar con el exjugador del Leipzig, aquejado de unos problemas físicos, que ya ha superado. Necesita el Barça la creatividad de Olmo para reencontrarse con el gol porque otro de los problemas de este noviembre negro es que ha perdido la eficacia: tres goles (dos al Celta y uno al Las Palmas) en 270 minutos retratan esta caída. Y se quedó seco en San Sebastián donde el equipo de Flick ni siquiera disparó a puerta.