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Llovió en Manchester, cómo no, pero salió el sol de nuevo para el City. Volvió a ganar el equipo de Pep Guardiola, que atravesaba la peor crisis desde la llegada del técnico catalán a la Premier. Después de siete partidos sin victoria, con seis derrotas (cuatro en la Premier, la eliminación en la Copa de la Liga y una en la Champions) más un empate, solventó con contundencia la peligrosa visita del Nottingham Forest, que se codea con los grandes y sólo estaba un punto por detrás.
También Guardiola ha vivido un «shit november» como Hansi Flick en el Barça. El entrenador citizen pudo alinear un once de titulares y la respuesta fue tan contundente como esperada: 3-0. En parte, gracias a la recuperación de la solvencia defensiva pese a que Guardiola cargó al equipo con muchísima artillería, y en parte con la titularidad de un pletórico Kevin de Bruyne con el brazalete de capitán. El belga cabeceó a la portería en el 1-0 aunque Bernardo Silva apuntilló el gol con la puntera y lanzó un disparo cruzado en el 2-0, lo que tranquilizó al City antes del descanso. Jérémy Doku, en una acción individual, se apuntó el tercero que ya dejó sin réplica al once de Nuno Espirito Santo.
Grealish cae sobre Gibbs-White, con Haaland siguiendo la jugada de lejos. / LaPresse / AP
Más cerca
El triunfo restituyó la confianza del City y le acercó a la cabeza gracias al empate del Liverpool en Newcastle (3-3), lo que le permitió restar dos puntos la diferencia respecto al líder. El Newcastle se adelantó dos veces en el marcador, con el 1-0 de Isak y el 2-1 de Gordon, y el Liverpool igualó mediante Jones y Salah, que hizo un doblete con el 2-3 en el minuto 83. No perdió la fe el once blanquinegro, que arañaba el empate en el tiempo añadido (m. 94) gracias al central suizo Fabian Schär.
El más inmediato perseguidor del Liverpool es el Chelsea de Enzo Maresca, que arrasó en Southampton (1-5). Al descanso vencía por 1-3 antes de que Stephens fuea expulsado por conducta violenta y dejara a los locales con uno menos. Palmer y Sancho remataron el resultado en el cuarto de hora final.
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