Más de 1.000 días después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la guerra de Vladimir Putin parece estancada pese a la reciente escalada bélica a raíz del uso de armas de largo alcance. Un estancamiento que empieza a traducirse en cierta contrariedad respecto a la férrea posición que han mantenido los grandes países de Europa respecto a Rusia. Una encuesta elaborada en cinco de los principales países de la UE (Alemania, Francia, Italia, España y Bélgica) refleja que las sanciones económicas al Kremlin dividen a la opinión pública, y que si bien sigue habiendo una mayoría favorable a mantener o aumentar estas represalias, los partidarios de reducirlas o eliminarlas se acercan al 40% en muchos países, entre ellos España.
La conclusión lleva la firma de Cluster 17, una empresa demoscópica francesa que trabaja en estos cinco países mediante un innovador método de estudio basado en segmentar a la sociedad en grupos de valores, clasificados en función de sus opiniones sobre los grandes temas que dividen ideológicamente a la ciudadanía. Su última Encuesta Paneuropea, realizada del 12 al 15 de noviembre a partir de 1.514 entrevistas en España y a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, muestra que el 39% de los españoles apuestan por aliviar e, incluso, suprimir las sanciones de la UE a Rusia. El 42% defiende que se incrementen y el 13% aboga por mantener las que hay actualmente, lo que significa que la mayoría de los encuestados (55%) están de acuerdo con los castigos económicos a Putin.
Sin embargo, ese 39% de españoles críticos con las sanciones a Rusia representa el segundo porcentaje más alto entre los cinco países estudiados, solo superado por la Italia de Giorgia Meloni, donde el 52% de la sociedad reduciría o acabaría con las represalias económicas. En Alemania (37%) y Francia (35%) se repite esta minoría significativa de oposición a las sanciones, aunque siempre con una mayoría favorable de entre el 55% y el 60%. En el caso de Bélgica, el rechazo a las sanciones se queda en el 29% y el apoyo alcanza el 63%.
A buen seguro, los intereses económicos de España en Rusia pesan en esta respuesta, dado que el sondeo incluye otra pregunta relacionada con la guerra de Ucrania que de nuevo refleja una relevante fractura social. Ante la posibilidad de que Donald Trump suspenda la ayuda militar a los ucranianos cuando vuelva a la Casa Blanca, el 54% de los españoles serían partidarios de que la UE reforzase su colaboración militar con el Gobierno de Volodimir Zelenski, pero un 42% rechazaría esta hipótesis. Los resultados son bastante parejos en Alemania y Bélgica, mientras que en Italia y Francia se dan sendas mayorías contrarias a elevar la ayuda a Ucrania.
El regreso de Trump también divide a los españoles, aunque en este caso entre el rechazo y la indiferencia. El 44% de los encuestados en España definen al magnate como «un enemigo de Europa» y solo un 12% lo consideran un «amigo» de la UE, pero hay un 39% que no se decantan ni por una etiqueta ni por otra. Franceses, alemanes, italianos y belgas también reflejan en esta cuestión opiniones muy similares a la de los españoles. Además, la mitad de los españoles creen que el mundo será menos seguro con la elección de Trump, un 18% opina que será más seguro y un 27%, ni una cosa ni la otra.
El estudio de Cluster 17 es una buena radiografía de la percepción social de uno de los grandes debates abiertos en la seno de la UE: la soberanía estratégica europea y su competitividad respecto a EEUU y China. En la comparación con ambas potencias, siete de cada 10 españoles tienen claro su diagnóstico: Europa es poco o nada competitiva. Una conclusión a la que también se llega en todos los países analizados. También en los cinco estados se observa la transición ecológica como una oportunidad para reforzar la competitividad.
Precisamente para ganar competitividad, un informe rubricado por Mario Draghi proponía recientemente que la UE invierta 800.000 millones de euros cada año en sectores clave, como la transición energética, las tecnologías digitales, la investigación y la innovación industrial. Una suma que equivale a más de cuatro veces el presupuesto anual de la UE. El 55% de los españoles están de acuerdo con esta receta frente al 36% que considera excesivo el montante y creen que este debería emplearse en otras cosas. El apoyo al ‘informe Draghi’ oscila entre el 50% de Francia y el 64% de Alemania.
Y es que, hablando del presupuesto comunitario, el 52% de los españoles aceptan que algunos países contribuyan un poco más de lo que reciben para ayudar a otros países en dificultades, un porcentaje solo superado por Alemania (57%). El 38% piensa que España debería tener un retorno equivalente a su contribución, la cota más baja entre los cinco estados estudiados.
Situados ante propuestas concretas, los encuestados apoyan ampliamiente en todos los países ideas como reforzar la competitividad de las empresas europeas respecto a las de China o EEUU; reducir la dependencia energética de Europa y desarrollar energías de bajas emisiones; reducir el coste de la energía; hacer inversiones importantes en I+D de tecnologías de transición ecológica, y reducir las normativas y aligerar los procedimientos. En cambio, mucha más división provocan hipótesis como desarrollar la energía nuclear en Europa o invertir de forma decidida en tecnologías de inteligencia artificial.
Además de la defensa y la economía, el estudio de Cluster 17 también sirve para actualizar la fotografía del europeísmo en estos cinco países, y una vez más España despunta como abanderado de la pertenencia a la UE y de la satisfacción general con sus políticas. Solo el 15% de los españoles defienden hoy la salida de la Unión, frente a un 80% que rechaza esta posibilidad. Uno de cada cuatro franceses y el mismo porcentaje de italianos apuestan por abandonar el club comunitario.
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