La cumbre presidencial de los países del Mercosur se celebrará este viernes en Montevideo con elevadas expectativas de novedades importantes respecto al demorado acuerdo comercial entre el bloque sudamericano y la UE. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, llegó a la capital uruguaya con palabras alentadoras. «Aterrizaje en América Latina. La línea de meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista», escribió en X. Para el diario paulista ‘Folha’, la presencia de Von der Leyen y el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, en la reunión al más alto nivel político constituiría una «señal inequívoca» de que «está a punto de fructificar» el entendimiento.
«La meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista. Pongámonos a trabajar, crucémosla. Tenemos la oportunidad de crear un mercado de 700 millones de personas. La mayor asociación de comercio e inversión que el mundo haya visto jamás. Ambas regiones se beneficiarán», había dicho también Von der Leyen antes de subirse al avión. La presidenta de la Comisión Europea es una de las principales impulsoras de un acuerdo que posibilitaría a las empresas europeas dejar de pagar 4.000 millones en aranceles que rigen en la subregión. La secundan Alemania, España, Portugal, Suecia y otros países de la eurozona. Berlín está especialmente interesada en un final feliz. Alemania encabeza la lista de exportadores europeos al Mercosur. Italia, el tercer exportador de la UE al bloque sudamericano, no ha fijado una posición firme sobre su adhesión al grupo opositor.
«Estamos en las etapas finales de negociación, y es el momento en que aparecen además los problemas y las voces opuestas al acuerdo», reconoció el ministro de Exteriores uruguayo, Omar Paganini. La cita montevideana se presenta propicia para avanzar en la resolución de los problemas pendientes. Si bien las cuestiones técnicas demoraron el entendimiento, existe una nueva voluntad política. Así lo ha dado a entender la directora general de Comercio de la Comisión Europea, Sabine Weyand. «El trabajo ha avanzado, los debates están en marcha también a nivel político. El comisario Maros Sefcovic está plenamente involucrado en que las conversaciones progresen».
Oposición al acuerdo
Francia, Polonia, Austria y los Países Bajos encabezan el rechazo. En medio de la crisis política interna tras la caída del primer ministro Michel Barnier, Emmanuel Macron reiteró el jueves su oposición al tratado comercial que incluiría además asuntos de orden político y relativos a la cooperación entre las partes. «Es inaceptable en su estado actual. El presidente se lo ha vuelto a decir a la presidenta de la Comisión Europea», consignó el Elíseo a través X. «Nosotros continuaremos defendiendo incansablemente nuestra soberanía agrícola«, añadió.
Italia, el tercer exportador de la UE a Mercosur, no ha fijado una posición firme sobre su adhesión. El portavoz comunitario Olof Gill remarcó que la Comisión Europea tiene competencia exclusiva para negociar acuerdos comerciales en nombre de los Veintisiete con socios mundiales, sobre la base de «un mandato de todos nuestros Estados miembros, incluida Francia».
La premura de Von der Leyen se expresa en números. El comercio entre China y América Latina se multiplicó por 26 entre 2000 y 2020. Ha pasado de 12.000 millones de dólares a 315.000 millones. Por su parte, el intercambio entre la región y la UE en 2022 ha sido de 293.090 millones de euros.
Idas y venidas
Las negociaciones entre los miembros de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, más Bolivia) han tenido avances y retrocesos desde los años noventa. A fines de 2019, parecían creadas las condiciones para firmar el acuerdo. Argentina, gobernada entonces por el derechista Mauricio Macri, festejó por anticipado. Sin embargo, la UE pidió incluir una cláusula vinculada con el cuidado medioambiental, el llamado «Pacto Verde». Alberto Fernández, el sucesor de Macri, y luego Lula, tras asumir el cargo en 2023, solicitaron a cambio revisar cuestiones arancelarias. No se pudo avanzar a la velocidad esperada.
Desde la llegada de Lula, Brasil ha redoblado sus esfuerzos para alcanzar el entendimiento. Se trata del segundo productor y primer exportador mundial de carne vacuna. El sector pecuario del gigante sudamericano tiene un especial interés en la apertura del mercado europeo. La responsabilidad de ese sector en la deforestación suele ser impugnada especialmente desde Francia y, también, Irlanda.
La cumbre de Montevideo tiene otras curiosidades políticas. El ultraderechista Javier Milei volverá a encontrarse con su colega brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva. Un abismo ideológico los separa pero esa distancia se podría reducir en lo que respecta a la aprobación del acuerdo con la UE. Los principales socios del bloque tienen no obstante serias diferencias sobre su funcionamiento. Buenos Aires quiere que el Mercosur flexibilice sus regulaciones internas. Milei, en los hechos, ve con mayor simpatía un pacto de libre comercio con Estados Unidos al asumir Donald Trump.
Posibles escenarios
Si todo sale bien en Uruguay, el acuerdo deberá sortear otros desafíos. ‘Folha’ recordó que la ratificación del tratado en Bruselas «es el siguiente capítulo complejo de la historia». Debe someterse a una revisión técnica y a la votación del documento en el Parlamento Europeo, antes de trasladarse a los parlamentos de cada país miembro de la UE. El acuerdo se aprueba con el aval de 15 de los 27 países europeos, siempre que reúnan al 65% de la población total de la zona. Las legislaturas de los miembros del Mercosur deben hacer lo propio. Nada está completamente garantizado. «Una salida propuesta sería separar la parte política de la comercial. Esta última podría aprobarse por mayoría simple en el Parlamento Europeo, sin ningún otro requisito», señaló el diario paulista.