Les voy a contar una cosa: en el Real Madrid no funciona ni la megafonía de la sala de prensa de Valdebebas. Hoy, sin ir más lejos, la conferencia de prensa de Carlo Ancelotti se ha tenido que retrasar un montón de minutos, no uno, ni dos, ni tres, un montón por culpa de que no funcionaba nada. Pero de eso no oirán hablar, ni leerán nada de nada.
Don Florentino Pérez tiene muy bien adiestrados a sus periodistas de cámara, que son un montón, capaces, incluso, de pedir disculpas al entrenador por haber hecho alguna crítica o reiterarle, hoy mismo, en plena conferencia de prensa previa a la visita a Girona, cuando ‘Carletto’ ha dicho que él no está cansado de verles, que ellos están felices con su presencia.
Girona y Champions
Eso ha pasado hoy en la previa de su visita a Girona y pensando en el partido de Champions frente al Atalanta, del próximo martes, en Italia, donde los blancos se juegan mucho. Hasta demasiado. Es cierto, muy cierto, que ‘Carletto’ ha estado más sonriente y feliz que nunca (dijo que estaba así porque tenía la sensación de que el entorno parecía un funeral y no están tan mal) porque, creo, que se teme que el ‘ser superior’ decida su despido si no gana en Bérgamo donde, por suerte, vuelve Vincius Júnior.
Ancelotti anda con la mosca detrás de la oreja desde que, no solo en el vestuario sino en el entorno de los sabios y gurús blancos que opinan de todo, le reclaman un golpe en la mesa y que ponga firmes a sus futbolistas. ‘Carletto’ sabe que desde la cúspide, es decir, José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid y brazo ejecutor de Pérez, se hablado ya con Santiago Solari, Director de Fútbol de la Casa Blanca y el nuevo Luis Molowny, es decir, el futuro apaga fuegos, para que esté listo por si tiene que hacerse cargo, la semana que viene, del equipo.
Si alguien adivina el pálpito de un club y más del Real Madrid, es un tipo tan experto, veterano y curtido en mil batallas como Ancelotti. Por eso hoy se ha dedicado a repetir mil veces que él está sereno, creyendo en los suyos, confiando en el regreso de ‘Vini’, en el resurgir de Mbappé (“otro no lo reconocería, pero él reconoce que debe mejorar y eso ya es mucho, lo es todo”) y en que no están tan mal. Pero…eso, pero ‘Carletto’ sabe cómo se las gasta el ‘ser superior’.
Los cambios de entrenador suelen funcionar en el Real Madrid y eso lo sabe, incluso, ‘Carletto’. El Barça le metió cuatro a Rafa Benitez, entró Zinedine Zidane y ganó la Champions en mayo. Se hartó de Julen Lopetegui, metió a Solari remontó el vuelo, luego vino Zidane, de nuevo, y volvió a ganar la Champions. Ancelotti ha empezado a defenderse de un posible despido, veremos si los jugadores, que no le hacen ni caso (alguien le ha preguntado hoy –y no le ha gustado—si el problema es que su discurso ya no llega a los jugadores), son capaces de echarle una mano.
«Cuando digo que la crítica es aceptable, es que algo de razón hay. Si me preguntan, ‘¿qué palo te molesta más?’, le diré que me molesta cuando el palo afecta a la identidad es cuando más molesta. Una cosa es decir que alguien ha hecho una tontería o decirle que es tonto. No es lo mismo».
La racha negativa del Real Madrid, no solo en resultados sino en sensaciones, es horrible y hacía mucho, mucho, tiempo que no se vivía algo igual. No es fácil perder cinco partidos de los 11 últimos, cuando, en los anteriores 68, solo perdiste dos. Es posible que Florentino Pérez ande despistado con otras cosas, estadio y conciertos gigantes incluidos, pero si algo ha empezado a detectar es que no le gusta nada, nada, la relación (¿la dejadez? ¿la escasa influencia? ¿los pocos recursos?) que Ancelotti tiene con los futbolistas blancos, que no juegan a nada ni tienen alternativa alguna para remontar los resultados.
Hasta la suerte ha desaparecido del catálogo de la Casa Blanca. Y ¡Carletto’ teme por su cargo, por eso ha insistido hoy, en Valdebebas, donde nadie le tose (Real Madrid TV ha vuelto a decir que “la conferencia de prensa de ‘Carletto’ ha vuelto a ser una lección, una cátedra, magistral de fútbol y saber estar”) al insistir que si los periodistas y el entorno empiezan a cansarse de él, él está encantado de seguir siendo entrenador del Real Madrid. Como tiene que ser, claro. Pero, por si acaso, que gane mañana en Girona y, el martes, en Bérgamo. ‘Porsiaca’, que dicen los niños pijos.
Me olvidaba, Ancelotti ha dicho que no le molesta que diga o escriban que hace tonterías. “Lo que me duele es que me llamen tonto, eso sí me duele”.
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