La Gran Mezquita de la Ciudad de Gaza se erigió en el siglo V como iglesia por los bizantinos. Luego se convirtió en mezquita y en iglesia otra vez, dedicada a Juan Bautista, por los cruzados, en el siglo XII. En la librería aneja se custodiaban miles de libros, incluidos manuscritos médicos antiguos y copias del Corán. El 8 de diciembre, un ataque aéreo israelí la destruyó por completo. Israel asegura que, debajo, había túneles de Hamás.
Desde que comenzó la guerra total en Gaza el pasado 8 de octubre, la aviación, los tanques y los soldados israelíes han dañado o destruído al menos 75 de los lugares culturales gazatíes de los 120 analizados por satélite por la UNESCO.
La organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha elaborado un informe de valoración del daño de las propiedades culturales en Gaza. Lo ha tenido que hacer de forma remota, en base a las imágenes vía satélite de UNITAR/UNOSAT, “dado que la evaluación sobre el terreno es imposible en las circunstancias actuales”.
El resultado es demoledor. A fecha del 29 de noviembre de este año, la UNESCO ha certificado desde el 7 de octubre de 2023 que han sido devastados en la Franja 10 centros religiosos, 48 edificios de valor histórico o artístico, seis monumentos, un museo y siete excavaciones arqueológicas.
El territorio que ahora ocupa Gaza está habitado desde antes del siglo XV antes de Cristo, cuando lo controlaba el faraón egipcio Tutmosis III. Desde entonces, la zona fue parte de las rutas del mediterráneo, y las distintas civilizaciones fueron dejando restos y monumentos.
Universidades y bibliotecas
El Ejército israelí destruye de forma deliberada parte del patrimonio cultural gazatí. En un vídeo se ve a un soldado israelí sonriendo a cámara y dinamitando una universidad. “Ya no habrá ingenieros en Gaza”, dice tras apretar el botón que hace explotar los cimientos de la institución de enseñanza. ¿Por qué destruyen las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) los edificios civiles en la Franja en su guerra contra Hamás?
Entre la herencia cultural dañada figuran, entre otros, un puerto antiguo del año 800 antes de Cristo, uno de los monasterios cristianos más antiguos de la zona y una mezquita que contenía manuscritos únicos. También cementerios romanos. La mezquita de al-Amin Muhammad, por ejemplo, fue masacrada por un bombardeo israelí contra Jan Yunis el 8 de octubre de 2023. Era un gran edificio religioso con cuatro minaretes y varias cúpulas color turquesa. Hay destruidos también varios tell (montículos mortuorios históricos).
El museo de Rafah contenía, antes de ser hecho trizas por la aviación israelí, una colección de monedas antiguas, platos de cobre y joyas. Era el principal museo de Gaza. Igual suerte corrió el museo Al Qarara de Jan Younis. Atesoraba una colección de 3.000 objetos de la Edad de Bronce y los Canaanites, la civilización que vivió en Gaza y parte de Levante durante el segundo siglo antes de Cristo.
El Estatuto de Roma de 1998, que gobierna la Corte Penal Internacional, considera un crimen de guerra “los ataques a edificios dedicados a la religión, a la educación, al arte, la ciencia, funciones caritativas o monumentos históricos”. Hace alusión a los Protocolos Adicionales de la Convención de Ginebra de 1977. Sudáfrica ha incluido pruebas de la destrucción del patrimonio cultural en Gaza en su acusación de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia. El caso ha sido admitido al existir indicios de “genocidio plausible” en Gaza.
Las cifras pueden ser mucho mayores de las que aporta la UNESCO. Una investigación del canal catarí Al Jazeera, realizada en los primeros 100 días de guerra, habla de cerca de 200 lugares de importancia histórica destruidos o dañados en los ataques aéreos en el enclave palestino. Hablan de «genocidio cultural».
La cadena apunta a la destrucción del centro cultural Rashad El Shawa, un lugar especialmente simbólico: en 1990 se celebraron allí las conversaciones de paz entre el entonces líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.