Las previsiones de mal tiempo han obligado a adaptar a última hora las celebraciones de la reapertura de la catedral parisina de Notre Dame, tras cinco años y medio de trabajos, y trasladar todos los actos al interior del templo. «De común acuerdo entre la diócesis de París y la Presidencia de la República, toda la ceremonia tendrá lugar dentro de la catedral», han indicado las dos instituciones en un comunicado conjunto, donde precisan que se prevén rachas de viento de entre 65 y 80 kilómetros por hora en la región.
Inicialmente, el presidente francés, Emmanuel Macron, debía tomar la palabra en la explanada de la catedral pocos minutos después del comienzo de la ceremonia, previsto a las 19.00 horas. Estaba planificado así para tener dos tiempos muy marcados: una ceremonia oficial, política y laica, en el exterior y otra en el interior, más puramente religiosa, con el arzobispo de París, Laurent Ulrich, como protagonista. Finalmente, todas las intervenciones se harán dentro de la iglesia.