Lo intentó de todas las formas, pero el Espanyol volvió a sufrir un revés en Getafe (1-0). En un partido con un guión clásico en los partidos de José Bordalás, el equipo perico pagó caro otro mal inicio, encajó un gol y fue incapaz de derribar el muro azulado. Buscó sin descanso el empate el bloque de Manolo González, pero faltó puntería y clarividencia, dos males demasiado habituales en un equipo condenado a sufrir.
Vuelve a tambalearse el técnico gallego tras otra dolorosa derrota ante un oponente con el mismo objetivo que los pericos: la permanencia. Siempre resulta desagradable la visita al Getafe, un club similar al perico que sabe que vivirá con el agua al cuello hasta final de curso. Bordalás lo admite y disfruta con ello. Manolo sufre con la amargura que acompaña a un conjunto que sufrió dos descensos en apenas tres años, una losa que siempre pesa en el ambiente.
Paradas de Joan García
No hizo experimentos el técnico, que dio oportunidades a sus suplentes con un resultado desastroso en la Copa. En Getafe apostó por el mismo once que venció y convenció ante el Celta, excepto un cambio obligado por la sanción de Kumbulla, una baja notable. Sergi Gómez cubrió su puesto y no tardó en quedar retratado. Álvaro se le adelantó para adelantar al cuadro local tras un preciso centro de Milla.
Antes de ese mazazo el Espanyol ya dio muestras de debilidad y Joan García tuvo que multiplicarse para frenar los intentos de Arambarri y Coba. De nuevo la puesta en escena blanquiazul resultaba decepcionante ante un rival directo con escasos mimbres que supo aprovechar su momento.
Más corazón que acierto
Le cuesta horrores marcar al Getafe, que siente mucho más a gusto poniendo el cerrojo. A ello se dedicó tras conseguir la ventaja y llegó por delante al descanso sin mayores sobresaltos que los protagonizados por Kral, una falta desviada de Brian Oliván y una internada de Cardona mal culminada por el punta francés.
Fue mejor fue la cara ofrecida por los pericos tras el descanso. Manolo apostó por Cheddira en lugar de Justin y el equipo encontró una referencia arriba para poner en aprietos al Getafe. Lo intentó el cuadro perico con más corazón que acierto.
El ariete marroquí no llegó por poco a un centro de Brian, Kral topó con Rico en un disparo que caminaba hacia la red y Puado cabeceó fuera en otra buena ocasión mientras el Getafe disfrutaba defendiendo y buscando la sentencia a balón parado. Pudo llegar en un testarazo de Alderete que se estrelló en el larguero (m. 67). El Espanyol respiró y siguió peleando, pero no hubo premio. Falta calidad.