El presunto asesino del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Luigi Mangione, gritó este martes a la entrada de un tribunal del condado de Blair (Pensilvania, EE.UU.) que su detención y acusación representan «un insulto a la inteligencia del pueblo estadounidense».
«Esto está extremadamente fuera de lugar y es un insulto a la inteligencia del pueblo estadounidense y a nuestras experiencias», exclamó el sospechoso, de 26 años, vestido con el uniforme naranja de los presidiarios, mientras forcejeaba y era escoltado por varios agentes hasta acceder a la corte donde se ha desarrollado una audiencia para estudiar su traslado a Nueva York.
Mangione fue detenido en un McDonald’s de Altoona (Pensilvania) ayer, seis días después del crimen contra el ejecutivo Brian Thompson en el corazón de Manhattan y al que le siguió una fuga interestatal.
Su arresto fue producto de la llamada de una empleada de la cadena de hamburgueserías, que lo reconoció por las fotos divulgadas en los medios y llamó a los agentes.
Además, en la audiencia de hoy la defensa de Mangione dio a entender que impugnará un posible traslado a una cárcel de Nueva York -según medios estadounidenses- por tratarse de un estado donde se le acusa de asesinato, a diferencia de los cargos que enfrenta en el estado de Pensilvania.
Además de acusarlo de asesinato, la Fiscalía de Manhattan ya ha obtenido una orden de arresto, un paso que podría ayudar a acelerar su traslado desde Pensilvania.
Sin embargo, por el momento, Mangione se encuentra detenido sin derecho a fianza en Pensilvania por cargos de posesión de un arma de fuego sin licencia, falsificación y por proporcionar una identificación falsa a las autoridades.
Mangione compareció hoy ante el tribunal durante unos 45 minutos en total, esposado y vistiendo un mono naranja de preso, según pudo verse en imágenes aparecidas en redes sociales.
El abogado de Mangione también le pidió al juez que fijara una fianza, a lo que el juez se negó.
El juez dijo que Mangione tiene 14 días para solicitar un recurso de ‘habeas corpus’ y dio a los fiscales de Nueva York 30 días para que la gobernadora de dicho estado, Kathy Hochul, remita una orden judicial a su homólogo en Pensilvania, Josh Shapiro, pidiendo formalmente el traslado.